El verano es el momento perfecto para disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Con la llegada de los días más largos y las cálidas temperaturas, esta estación se convierte en el momento ideal para viajar y disfrutar de un merecido descanso, planificar escapadas y explorar nuevos destinos. Este período estival, que se extiende hasta principios de septiembre, es tiempo de buscar aventuras y la oportunidad de trazar nuevos rumbos.

Las playas ven cómo llegan los bañistas a sus costas, centenares de pueblos y ciudades vibran al ritmo de sus festivales y eventos culturales y las carreteras y aeropuertos experimentan un aumento significativo en el tráfico de viajeros. El verano es, sin duda, la temporada en la que la gente busca desconectar de la rutina diaria y disfrutar al máximo del buen tiempo, factores que incrementan la oferta de actividades al aire libre. 

Tres destinos para descubrir

Ya sea para disfrutar del sol en la playa, degustar una rica gastronomía o sumergirse en la cultura local, Vueling propone tres destinos turísticos que tienen todo lo necesario para una escapada perfecta, tres joyas mediterráneas que prometen un verano lleno de aventuras y descubrimientos. Se trata de tres ciudades que se erigen como destinos vacacionales excepcionales, con una mezcla única de cultura, historia y belleza natural: Nápoles, Alicante y Split.

Nápoles, con su vibrante vida urbana y proximidad a tesoros arqueológicos como Pompeya, permite a los visitantes sumergirse en la rica herencia italiana y disfrutar de la mundialmente famosa gastronomía napolitana. Alicante, situada en la soleada Costa Blanca, combina hermosas playas mediterráneas con un encantador casco antiguo y una animada vida nocturna. Y Split, con su impresionante palacio de Diocleciano y su pintoresca costa dálmata, ofrece una fascinante mezcla de historia romana y modernas atracciones turísticas, perfecta para aquellos que desean explorar y disfrutar de la belleza de Croacia. Cualquiera de las tres garantiza, sin duda, unas vacaciones memorables. 

Nápoles, una ciudad para sentir

Nápoles es un destino que combina la riqueza histórica con una vibrante vida moderna. No es solo un lugar para visitar, es un lugar para vivir y sentir, que invita a regresar una y otra vez. Su bulliciosa vida callejera, sus mercados al aire libre y sus festivales de música que llenan las noches de verano bajo el Vesubio le conceden status de tesoro por descubrir. 

Nápoles es una ciudad que respira historia. El impresionante Vesubio y las ruinas de Pompeya permiten un viaje al pasado, del que el Museo Arqueológico Nacional guarda algunas de las piezas más importantes de la antigüedad clásica.

Ruinas de Pompeya LUIS MIGUEL AÑÓN

Ningún viaje a Nápoles estaría completo sin una excursión al sitio arqueológico de Pompeya, donde la vida romana quedó congelada en el tiempo por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. Su cercanía al volcán también ofrece la oportunidad de una aventura única: una caminata hasta su cráter, desde donde se obtienen vistas panorámicas de la bahía de Nápoles.

Vista de la bahía de Nápoles con el imponente Vesubio al fondo FLICKR

Pasear por las calles napolitanas es como caminar a través de un museo al aire libre. Las estrechas callejuelas del centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, están salpicadas de iglesias antiguas, palacios y plazas que narran leyendas de siglos pasados. Las noches de verano se disfrutan mejor en las terrazas al aire libre de los cafés y restaurantes, donde se puede degustar un buen vino local mientras se escucha el suave murmullo de la ciudad.

Callejuela napolitana en el denominado Barrio de los Españoles CEDIDA

Una fiesta para el paladar

En la gastronomía napolitana, la pizza es la estrella indiscutible. Probar una auténtica pizza Margherita en su lugar de origen es una experiencia casi mística pese a la simplicidad de sus ingredientes —tomate, mozzarella, albahaca y un toque de aceite de oliva—.

Pero Nápoles ofrece mucho más que pizza. La cocina local incluye delicias como la pasta alla genovese, un plato de pasta con una salsa de cebolla y carne que se cocina lentamente, y la sfogliatella, un pastelillo de hojaldre relleno de ricota y cítricos que es perfecto para acompañar un café espresso en la mañana. Los mercados callejeros, como el Mercato di Porta Nolana, son ideales para explorar y degustar productos frescos, desde mariscos hasta frutas y verduras locales.

La música, siempre presente

El verano en Nápoles está lleno de vida. Las plazas y calles se llenan de música. Desde conciertos de música clásica en antiguos palacios hasta curiosos espectáculos de música popular, hay algo para todos los gustos. Es obligada una visita al Teatro di San Carlo, uno de los teatros de ópera más antiguos y prestigiosos del mundo. Asistir a una ópera o ballet en este majestuoso edificio es una experiencia que transportará a otra época. 

Asomarse al Mediterráneo

Nápoles ofrece hermosas playas y lugares para relajarse junto al mar. Las cercanas islas de Capri, Isquia y Procida son perfectas para una escapada de un día. Estas islas ofrecen aguas cristalinas, paisajes impresionantes y una atmósfera tranquila que contrasta con el bullicio de la ciudad.

Costa de la isla de Capri desde una de las embarcaciones que trasladan a los turistas desde Nápoles LUIS MIGUEL AÑÓN

Las playas de Posillipo y Marechiaro son populares entre los napolitanos y ofrecen una oportunidad para nadar y tomar el sol con impresionantes vistas al Vesubio y a la bahía.

Vueling facilita múltiples conexiones entre Nápoles y España, específicamente con Barcelona. Desde la capital catalana la aerolínea opera en julio y agosto 14 vuelos mensuales y 13 en septiembre. El enlace entre el Aeropuerto de Nápoles-Capodichino (Italia) con Tenerife Norte ofrece seis vuelos al mes durante todo el trimestre.

Alicante: sol, playa y mucho más

Lógicamente, en verano no puede faltar una propuesta de sol y playa. Y qué mejor destino que la Costa Blanca y su capital, Alicante. Apreciada por su clima soleado y sus hermosas playas, algunas de las mejores de España, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar del Mediterráneo. 

La Playa del Postiguet, ubicada justo al lado del centro de la ciudad, es ideal para quienes buscan comodidad y belleza en un solo lugar. Con su arena dorada y sus aguas tranquilas, es perfecta para familias y bañistas. Un poco más alejada se encuentra la Playa de Sant Joan, que se extiende a lo largo de varios kilómetros y ofrece un sinfín de actividades acuáticas como el paddle surf y el windsurf. La Playa de Muchavista, en el enclave turístico de El Campello, es una de las playas urbanas más apreciadas por los turistas y los aficionados a los deportes acuáticos.

Playa de Muchavista en El Campello, en Alicante CEDIDA

Paella y turrón de Jijona

Su paseo marítimo, lleno de restaurantes y chiringuitos donde degustar platos como la paella, el arroz a banda y los turrones mientras se disfruta de la brisa marina, es un lujo con el que redondear el día. Entre los principales tesoros de su cocina, sobresalen la paella alicantina, rica en mariscos frescos y arroz cultivado localmente; el arroz a banda, un plato tradicional de pescado y arroz cocido en caldo de pescado, que se sirve con alioli; o el turrón de Jijona, una delicia hecha de almendras y miel que se puede comer todo el año, no sólo en navidades. 

El Barrio, la huella de su historia

Alicante no es sólo playa; su historia es igualmente fascinante. El Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza que se alza sobre el Monte Benacantil, ofrece una mirada al pasado de la ciudad junto con unas vistas panorámicas impresionantes. Subir hasta el castillo, ya sea caminando o en ascensor, es una aventura en sí misma, recompensada con vistas que se extienden sobre la ciudad y el mar.

Vista de la ciudad de Alicante desde el Castillo de Santa Bárbara ALICANTE TURISMO

El casco antiguo de Alicante, conocido como El Barrio, es un laberinto de calles estrechas y empedradas que te transportan a otra época. Aquí, puedes explorar la Concatedral de San Nicolás, una iglesia del siglo XVII con un interior asombroso, y el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), que alberga una colección impresionante de arte moderno y contemporáneo.

Naturaleza y Aventura

La naturaleza también tiene mucho que ofrecer. El Parque Natural de la Serra Gelada, con sus impresionantes acantilados y rutas de senderismo, es perfecto para explorar y disfrutar de la belleza natural de la región. Las excursiones en barco a la Isla de Tabarca, una pequeña isla frente a la costa, ofrecen la oportunidad de bucear en sus aguas claras y descubrir su encantador pueblo pesquero.

Este verano, Vueling facilita tus planes de escapada con conexiones directas y numerosas frecuencias a Alicante. Con vuelos desde Barcelona, Bilbao, Ibiza, Las Palmas, Palma de Mallorca, Santiago y Tenerife Norte, viajar a Alicante y disfrutar de todos sus atractivos nunca ha sido tan accesible.

Impresionantes vistas de la población Alicantina de Altea CEDIDA

Split, una ciudad con mucha historia

Split es un destino que lo tiene todo: historia, belleza natural, deliciosa cocina y una vibrante vida cultural y nocturna. Esta ciudad bañada por el Mar Adriático está profundamente conectada con la rica herencia de Croacia. Split es una ciudad donde cada piedra parece contar una historia.

El corazón de la ciudad es el impresionante Palacio de Diocleciano, una estructura monumental que data del siglo IV y que fue construido como retiro para el emperador romano Diocleciano. Hoy en día, el palacio no es solo una atracción turística, sino que también es un fabuloso núcleo urbano donde la vida moderna y la antigua se entrelazan de manera fascinante.

Pasear por sus callejuelas estrechas y descubrir sus patios escondidos es como viajar en el tiempo. Dentro del palacio, se ubica la Catedral de San Duje, que se dice es una de las más antiguas del mundo. La subida a su campanario se recompensa con unas espectaculares vistas panorámicas de la ciudad y el mar Adriático

Vista aérea de la ciudad de Split y el Palacio de Diocleciano CEDIDA

La costa, imagen de postal

El verano en Split es sinónimo de sol, mar y playas espectaculares. La Playa de Bačvice, famosa por su arena y aguas cristalinas, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un día bajo el sol. Esta playa también es conocida por el juego de "picigin", un deporte tradicional croata que se juega en las aguas poco profundas de la playa y que consiste en mantener una pequeña pelota en el aire.

Para los que buscan un poco más de aventura, las playas de Kašjuni y Bene ofrecen un entorno más tranquilo y pintoresco, con aguas turquesas rodeadas de pinos. Además, la cercana isla de Hvar es una excursión popular desde Split, famosa por sus calas escondidas y su vibrante vida nocturna.

Paseo marítimo de Riva, en Split CEDIDA

Split es una ciudad que nunca duerme, especialmente en esta época del año. El paseo marítimo de Riva es el lugar perfecto para comenzar la noche con un cóctel mientras se asiste a la puesta de sol. El Festival de Verano de Split es uno de los eventos más destacados, con una programación que incluye desde conciertos y obras de teatro hasta espectáculos de danza y ópera al aire libre.

Las calles adoquinadas del casco antiguo están llenas de cafeterías, bares y restaurantes donde se puede disfrutar de la vibrante vida nocturna, gracias a que una gran cantidad de bares y discotecas mantienen la fiesta hasta altas horas de la madrugada.

Tesoros naturales

Para los amantes de la naturaleza y la aventura, Split ofrece muchas opciones. El Parque Marjan, un oasis verde dentro de la ciudad, es ideal para hacer senderismo, ciclismo y disfrutar de impresionantes vistas panorámicas. También se recomienda explorar el Parque Nacional Krka, famoso por sus cascadas y senderos naturales, a solo un corto trayecto en coche desde Split.

Cataratas en el Parque Nacional Krka, en Split EP

La gastronomía de Split destaca por sus mariscos frescos y platos tradicionales como la pašticada  (un guiso de carne cocido lentamente), el "soparnik" (una especie de pastel de acelgas) y la peka (cocido de carne cocinado sobre brasa a fuego lento). Los mercados locales, como el Pazar, son un hervidero de actividad donde se puede comprar frutas frescas, verduras y pescados del día. 

Split está más cerca gracias a los vuelos de Vueling, con siete frecuencias mensuales en julio y agosto, y otras cinco en septiembre desde Barcelona.

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