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    Puerto de Mogán: un rincón pesquero de cuento

    El encantador Puerto de Mogán, conocido como la ‘Pequeña Venecia’ de Gran Canaria, ofrece una experiencia única. Las casas pintorescas junto al puerto se decoran con luces parpadeantes y crean un ambiente fascinante.

    Los visitantes pueden disfrutar de un relajado paseo por sus canales adornados con motivos navideños y experimentar la peculiar atmósfera de un pueblo pesquero.

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    Vegueta y Triana: el corazón histórico iluminado

    Vegueta, el casco antiguo de Las Palmas de Gran Canaria, se viste de gala durante la Navidad. Las estrechas calles empedradas de este barrio histórico cobran vida con una deslumbrante decoración propia de la época. La Plaza de Santa Ana se convierte en el epicentro de la celebración, con un majestuoso árbol iluminado y un belén que captura la esencia de la festividad. La historia de la isla se aprende explorando los encantadores barrios de Vegueta y Triana, que albergan lo más representativo de la arquitectura colonial.

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    Roque Nublo, el icono de la isla

    Para los amantes de la naturaleza y el senderismo, el majestuoso Roque Nublo es una visita obligada. La cima premia con impresionantes vistas panorámicas de toda la isla. En invierno, el aire fresco y limpio ofrece sensaciones inolvidables.

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    Dunas de Maspalomas, un espectáculo natural

    No importa la estación, las Dunas de Maspalomas son un espectáculo natural que deslumbra en cualquier momento del año. Este vasto campo de dunas, bañado por el sol invernal, ofrece un paisaje singular que transporta al visitante a un oasis de serenidad.

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    Teror: tradición y espíritu canario

    En el corazón de la isla, Teror es el epicentro de la Navidad, muy arraigada en la tradición canaria. Sus calles adoquinadas se visten con luces parpadeantes y se perfuman con la fragancia de las tradicionales flores de Pascua, mientras la Basílica de Nuestra Señora del Pino, joya arquitectónica y espiritual de Gran Canaria, resplandece a la luz de miles de velas.

    Las plazas emblemáticas, como la Plaza de Sintes, se transforman en escenarios mágicos con la llegada de ferias y mercados navideños, salpicados de puestos repletos de delicias culinarias, artesanías locales y representaciones detalladas que recrean la historia sagrada.

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    Agüimes: un Cuento de Navidad en Piedra

    Este encantador pueblo, con su arquitectura de piedra y calles empedradas, parece sacado precisamente de un cuento de Navidad. La Plaza del Rosario se ilumina con adornos festivos y ofrece un ambiente acogedor. Es un rincón ideal para sumergirse en la rica cultura canaria.

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    Firgas: el balcón de Gran Canaria

    Firgas, conocido como el ‘Balcón de Gran Canaria’, ofrece vistas panorámicas espectaculares y una Navidad llena de luces y color. El agua siempre ha sido protagonista de su historia, como lo demuestra la cascada artificial de treinta metros de longitud que discurre por el Paseo de Gran Canaria, antigua calle Real.

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    Arucas: tradición y modernidad

    Arucas, con su imponente iglesia parroquial de San Juan Bautista y calles llenas de historia, se mezcla perfectamente con las modernas celebraciones. El Mercado de Navidad, en la Plaza de San Juan, es el lugar donde los artesanos locales exhiben sus creaciones. Además, la visita a la fábrica de ron Arehucas puede agregar un toque especial a la experiencia.