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Vista de Gran Canaria desde la Cruz de Tejeda
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Los 18 tesoros que te esperan en Gran Canaria: acantilados, pueblos, dunas, playas...
Este verano de 2023, Vueling ofrece un amplio abanico de conexiones desde varias ciudades españolas para viajar a la isla
19 julio, 2023 23:30Noticias relacionadas
Espectaculares dunas de arena, reposados enclaves pesqueros, un paisaje volcánico propiedad de un sol acogedor que promete temperaturas primaverales y largas jornadas de playa. Así es Gran Canaria, un fabuloso destino donde disfrutar de unos días de vacaciones este verano que ya se intuye y escapar de los altos hornos en los que se ha convertido la península.
Abrigada por el intenso azul del Atlántico, esta isla es un continente en miniatura, heterogéneo en su orografía, en su clima y en el temperamento de sus gentes. Un paraíso al que es posible llegar con vuelos directos operados por Vueling desde Alicante, Asturias, Barcelona, Bilbao, Granada, Málaga, Santiago de Compostela, Sevilla y Valencia.
Un tesoro natural
Esa redondeada silueta que hace décadas detectó el radar del turismo es capaz de alternar exuberantes valles verdes con abismales desfiladeros, mezclar infinitos bosques de pinos con cadenas de viñedos que se expanden por las faldas de las montañas, donde abundan cuevas trogloditas y cráteres que revelan su antiquísimo origen.
Gran Canaria es la isla de los tesoros naturales que rivalizan con el turismo de sol y playa y desvelan emplazamientos que todavía desprenden el aroma de la Gran Canaria aborigen. Esta isla recoge un rico repertorio de tradiciones milenarias, de grandes pasajes de la historia forjados en los tiempos en los que fue la llave del comercio con las Américas y con el norte de África.
Gran Canaria esconde también milenarios lugares secretos que aún hoy escapan a la agresividad del turismo más invasivo y que incluso se ocultan de las recomendaciones de Google Maps. Espacios casi anónimos entrelazados por senderos que serpentean a lo largo y ancho de una isla que aún hoy sobrevive al turismo salvaje y que por su gran belleza convierte un selfie en una foto de autor.
Balcones sobre las nubes
Gran Canaria es un regalo para la vista, se mire por donde se mire. La isla está salpicada de espectaculares miradores desde los que atisbar los más bellos rincones, auténticas ventanas a las profundidades de su relieve volcánico que permiten presenciar impresionantes vistas merecedoras de ilustrar la mejor postal. Una sucesión de paraísos naturales, barrancos, cumbres, formaciones geológicas de origen volcánico, vistas a un mar que parece sobrevolar las nubes o rincones imperceptibles a ras de suelo, pero cercanos a vista de pájaro.
El trayecto que hay que emprender hasta llegar a cualquiera de los cientos de miradores es también una aventura. Cada metro del camino ofrece algún tesoro por descubrir, ya sea un pequeño pueblo, un barranco, un cráter o un sendero que se encarama hacia la cumbre.
Presa de Los Hornos, Caldera de los Marteles, Roque Bentayga, El Mulato, Bandama, Roque Nublo, Pico de los Pozos de la Nieve, Degollada de las Yeguas, Barranco Las Madres, Cruz de Tejeda o Marquesa de Arucas son sólo algunos de los miradores más conocidos, todos ellos muy buscados por los instagrammers.
Un mar de nubes sobrevuela la Cruz de Tejeda, en el centro de la isla
El paladar grancanario
La gastronomía de Gran Canaria se caracteriza por platos sencillos como los potajes, las papas arrugadas, el sancocho, el gofio escaldado, los postres con frutas de la isla, además de vinos y bebidas destiladas, que conforman un patrimonio gastronómico particular y diferente a otros lugares.
El gofio es un alimento básico en las Islas Canarias. Tradicionalmente molido a partir de maíz tostado, pero también de trigo, cebada u otras semillas y granos, el gofio se puede servir como papilla, guarnición, escaldado, amasado en pan, espolvoreado en postres o presentado como una deliciosa mousse.
Típico postre de queso
Las papas arrugadas con mojo picón son otro de los productos estrella de la cocina canaria. Este plato se hierve tradicionalmente en agua de mar hasta que el agua se evapora, dejando una patata ligeramente salada. Se pueden tomar como aperitivo, acompañadas con cilantro o pimiento rojo, o como guarnición. Estas papas también se sirven con ‘ropa vieja’, un plato representativo de la gastronomía canaria que se elabora con los restos del caldo de garbanzos, ternera y pollo.
Debido a su ubicación en las cálidas aguas del Atlántico, la isla cuenta con una gran variedad de pescados exóticos y variadas presentaciones, como pulpo, calamar, pez loro, sama roquera y, por supuesto, una de sus mayores delicias, las “lapas”, deliciosas conchas marinas para comer a la plancha o a la parrilla.
Entre sus platos de carne destacan las costillas de cerdo con piña de millo y el cochino negro. Sin olvidar el chorizo de Teror -la sobrasada canaria-, embutido para untar que se ha convertido en un emblema de Gran Canaria. El atún embarrado marinado y los tollos secos de tiburón se disfrutan mejor con papas arrugadas.
Destino astroturístico
La Unesco catalogó en 2018 a Gran Canaria como Destino Turístico Starlight por la calidad de sus cielos para la observación astronómica. La isla forma parte del selecto club mundial de los emplazamientos especialmente atractivos para la práctica del astroturismo. Por su posición geográfica privilegiada es posible observar el cielo del hemisferio sur, siendo visible gran parte del cielo austral, lo que permite visionar constelaciones y objetos celestes invisibles desde otros lugares del planeta.
Los mejores puntos de observación se encuentran en las cotas más elevadas, superados los 1.800 metros de altitud. Como la atalaya que ofrece el Mirador del Pico de las Nieves, a 1.938 metros, los Llanos del Garañón, en Tejeda, o el Centro Astronómico Roque Saucillo, en la Vega de San Mateo. A ellos se une el Observatorio Astronómico de Temisas, en Agüimes, y el Observatorio Astronómico de Tasartico, ubicado entre los increíbles barrancos de La Aldea de San Nicolás.
Un gimnasio al aire libre
Un clima y un entorno natural privilegiados se dan la mano para que los amantes del deporte encuentren en Gran Canaria un impresionante gimnasio al aire libre los 365 días al año. Junto al mar o en la montaña. Es el lugar perfecto para combinar deporte, descanso y ocio, con instalaciones y servicios profesionales altamente cualificados para atender las necesidades de los deportistas.
En una isla rodeada de mar, con 128 playas, hay infinitas posibilidades para practicar deportes y actividades náuticas. Lugar ideal para el surf, windsurf, bodyboard y kitesurf, con algunas de las mejores olas de esta zona del planeta, perfecto para navegar a vela, pesca de altura, natación en aguas abiertas, snorkel y toda la diversión de actividades de ocio junto al mar y excursiones marítimas.
El windsurf es una de las grandes aventuras que ofrece costa grancanaria
Por otro lado, las zonas montañosas de Gran Canaria son perfectas para el aficionado al senderismo, escalada, mountain bike, bici en ruta, trail running o barranquismo, entre otros. La isla cuenta con multitud de rutas para los amantes del cicloturismo.
Dos cicloturistas disfrutan de las impresionantes vistas de Gran Canaria
Jugar al golf en Gran Canaria es más que practicar un deporte, es una tradición que tiene su origen en 1891, año fundacional del Real Club de Golf de Las Palmas, pionero en España. Una experiencia única a solo 15 minutos de la ciudad y a media hora del aeropuerto, situado a una altura de 400 metros, al borde de la caldera de Bandama. La isla dispone además de magníficos campos distribuidos por su territorio.
Tanto por conocer
Y es que Gran Canaria es mucho más que los complejos turísticos de las archiconocidas dunas de Maspalomas o la Playa del Inglés, una de las playas más concurridas del sur de Gran Canaria. Alrededor de 236 kilómetros de costa, 60 de ellos de playa, esta isla concentra tanta belleza en tan poco espacio que cabe definirla como un museo al aire libre.
Agaete, Tejeda, Guayadeque, Teror, el Cenobio de Valerón, el volcánico vestigio del Roque Nublo, Guía, Fataga, Tamadaba, el tortuoso camino que lleva a la semiescondida aldea de San Nicolás, el enclave pesquero de Mogán o Risco Caído encarnan la auténtica esencia de Gran Canaria, una isla de campo y playa pero también de cultura, de tradición, de pasión por la naturaleza, para divertirse, para hacer deporte, para la familia, para solitarios… para todos y para todo.
18 tesoros al descubierto
Agaete
Al noroeste de Gran Canaria, bañado por el mar y a los pies de las Montañas Sagradas de Gran Canaria, este municipio de pequeñas casas blancas se sitúa bajo unos imponentes acantilados. Es uno de los extremos de la conocida ‘Cola del dragón’, un trozo de costa de 20 kilómetros que lleva hasta La Aldea de San Nicolás después de 365 curvas: una por cada día del año según los lugareños.
Desde la orilla del mar hasta el Pinar de Tamadaba, Agaete brinda una de las puestas de sol más famosas del mundo, fiestas de Interés Turístico Nacional y el valor de conservar la identidad de la costa norte y el carácter del pueblo canario.
Vista de los acantilados de Agaete desde el mar
En el descenso hacia el valle, se localiza un espectacular espacio funerario sobre material volcánico de la cultura aborigen, con más de un kilómetro cuadrado de superficie. Se trata del Parque Arqueológico Maipés, una colada volcánica en el que se conserva un cementerio con cerca de 700 tumbas de los antiguos canarios, algunas con más de 1.300 años de antigüedad.
La villa de Agaete es muy conocida por la Fiesta de la Rama, que se celebra cada 4 de agosto en honor a la Virgen de Las Nieves. Su origen podría provenir del rito aborigen utilizado para la petición de lluvia, en el que los primeros habitantes de la isla golpeaban con ramas el agua del mar.
Roque Nublo (Tejeda)
Incluido en el ranking de los Pueblos Más Bonitos de España, situado en la misma cumbre de la isla a 1.813 metros sobre el mar, con sus calles empedradas y balcones típicos canarios, Tejeda forma parte de un paisaje geológico y natural rodeado de abruptos barrancos y de uno de los símbolos de Gran Canaria, el Roque Nublo.
El Roque Nublo es un monolito rocoso formada por bloques y cenizas compactas consencuencia de una gran erupción volcánica. La forma que tiene es el resultado de millones de años de erosión que le han llevado a tener una imagen singular y única al igual que la de los otros principales roques que le rodean, el Fraile y la Rana. Restos de un volcán extinguido, con escarpados acantilados y asombrosas vistas, esta inmensa roca volcánica de 80 metros de altura que fue lugar de culto de los antiguos aborígenes, fue bautizada por Miguel de Unamuno como “La tempestad petrificada”.
El Roque Nublo, símbolo de la isla y lugar de peregrinación de los grancanarios
Muy cerca de allí se encuentran las Cuevas del Rey, un sistema de grutas habitacionales y de graneros construidos sobre un roque de toba volcánica que formaron uno de los primeros núcleos urbanos aborígenes en Gran Canaria. La más conocida es la Cueva del Guayre (cueva del señor, del jefe del poblado), una cavidad en cuyo interior aparecen múltiples decoraciones cromáticas.
Teror
El municipio de Teror, en el interior de la isla, es famoso por su casco antiguo y por ser el lugar que acoge a la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria. La basílica del Pino es el monumento más emblemático de la Villa y data del año 1760. El centro histórico de Teror conserva el alma canaria en sus calles peatonales y empedradas y en sus preciosas casas con sus balcones tradicionales.
Imagen de Teror con sus típicos balcones canarios
Arucas
La principal población del norte de Gran Canaria cuenta con algunos edificios históricos interesantes, en su mayoría del siglo XIX. Entre ellos, la majestuosa iglesia de piedra de lava de estilo neogótico de San Juan Bautista. Con sus 60 metros, es la torre de iglesia más alta del archipiélago. Diseñada por el arquitecto catalán Manuel Vega i March, entre 1909 y 1977, su forma recuerda ligeramente a la famosa Sagrada Familia de Barcelona. El interior presenta espléndidas vidrieras y retablos.
Arucas es también conocida como la Ciudad del Ron por ser centro neurálgico de varias destilerías. La más popular, Destilerías Arehucas, la más grande de todas las Islas Canarias. Fundada en 1884, produce más de 3,5 millones de litros de ron al año y cuenta con un interesante museo sobre la historia de la fábrica y el proceso de producción de esta bebida.
Los Charcones de Bañaderos es una piscina natural en el municipio de Arucas
Mogán
Mogán es un antiguo pueblo de pescadores que se ha convertido en uno de los lugares turísticos más elegantes del sur de la isla, donde se mezclan los tradicionales barcos de pesca con los yates más lujosos.
El paraje ofrece una playa de arena blanca y fina y una zona peatonal construida sobre pequeños canales de agua que conceden más encanto todavía a un barrio marinero adornado de jardines. Muy cerca, llegando a Veneguera se encuentran Los Azulejos, un barranco de miles de colores que se originó tras la solidificación de los fluidos hidrotermales que expulsó el volcán de Tejeda y que la erosión de miles de años ha dejado al descubierto.
Los Azulejos, entre Mogán y San Nicolás, es un colorido monumento natural que surgió tras una erupción volcánica
Guayadeque (Agüimes)
El Barranco de Guayadeque emerge desde las profundidades de la isla como un mágico e inquietante escaparate de un espectacular entorno natural que marca distancias, y de qué manera, con el bullicio y la aglomeración que suele acompañar al turismo de playa.
Compartido por los municipios de Ingenio y Agüimes, al Este de Gran Canaria, concentra la mayor densidad de enclaves arqueológicos prehispánicos de la isla, entre los que se encuentran diversos conjuntos de hábitat trogloditas, inmensas áreas funerarias, graneros y espacios rupestres.
Este barranco de 15 kilómetros de largo y de impactante belleza fue el asentamiento de los primeros pobladores de la isla y ofrece pistas de cómo era Gran Canaria cuando brotó del océano hace 14 millones de años. Las cuevas y grutas naturales que asoman en sus escarpadas laderas han sido adaptadas como viviendas particulares, casas de turismo rural y restaurantes.
El barranco de Guayadeque con sus típicas chumberas en primer plano
La Cueva Pintada (Gáldar)
Ubicada en la pequeña población de Gáldar, situada al noroeste a sólo 30 kilómetros de la capital grancanaria, la Cueva Pintada es un Museo y Parque Arqueológico que tiene el objetivo de conservar, investigar y difundir este yacimiento.
Excavaciones arqueológicas llevadas a cabo desde 1987 han sacado a la luz un poblado de más de cincuenta casas y cuevas artificiales que formaban parte del antiguo Agáldar prehispánico. Desde este lugar, el guanarteme (rey aborigen) controlaba la isla y velaba por la seguridad de su pueblo.
Excavación arqueológica en la Cueva Pintada, donde se han encontrado multitud de restos prehispánicos
Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria
No muy lejos de allí, se encuentra el yacimiento de Risco Caído y las Montañas Sagradas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2019. Este asentamiento troglodita está formado por 21 cuevas con importantes manifestaciones rupestres que se relacionan con creencias religiosas y cultos de fertilidad. Una de estas cuevas cuenta con una pequeña entrada de luz en su bóveda que permite que, desde el solsticio de verano al otoño, pase un haz luminoso que se proyecta en las paredes e ilumina una serie de grabados rupestres.
Aunque especial por su simbolismo, Risco Caído es solo una de las 1.500 cuevas que forman el paisaje troglodita de esta zona. De hecho, las Montañas Sagradas engloban un conjunto de yacimientos arqueológicos repartidos por los municipios de Artenara, Tejeda, Agaete y Gáldar con cuevas naturales y artificiales que tuvieron múltiples usos como viviendas, graneros y enterramientos.
Yacimiento Arqueológico de Risco Caído en Artenara
Casa de Colón (Las Palmas de Gran Canaria)
El mayor museo histórico de las Islas Canarias es la Casa de Colón, dedicado casi en exclusiva al descubridor de América, que hizo de Canarias una puerta de entrada al Nuevo Mundo. Se encuentra en una mansión del siglo XV en el casco histórico de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, junto al popular barrio de Triana.
Cuenta la tradición que el propio Colón se alojó aquí en 1492, antes de continuar su gran viaje. Entre fascinantes colecciones de mapas e instrumentos de navegación se encuentra una recreación del interior de La Niña, una de las naves del primer viaje del Descubrimiento. También hay una sala llena de artefactos precolombinos de valor incalculable.
Casa de Colón en Las Palmas de Gran Canaria
Dunas de Maspalomas
Esta Reserva Natural Especial Protegida abarca 400 hectáreas que incluyen una excelente playa, un campo de dunas vivas de arena orgánica, un palmeral y una laguna salobre de gran valor ambiental por ser lugar de paso de aves migratorias. Se extiende desde la playa y el Faro de Maspalomas hasta la playa del Inglés.
Situadas en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, al sur de la isla y habitadas desde la época de los aborígenes, las dunas de Maspalomas forman un enorme mar de arena cuya fisonomía cambia según el capricho del viento.
Imponentes vistas de las Dunas de Maspalomas
Tras un recorrido a pie o en camello, el Faro de Maspalomas emerge 55 metros sobre las dunas como un espacio cultural y un Museo Etnográfico que relata pasajes de la historia de Gran Canaria durante los últimos cinco siglos, desde el pasado indígena y la conquista española hasta la actualidad.
Cenobio de Valerón (Guía)
El Cenobio de Valerón es un granero colectivo construido hace más de 800 años en una pendiente muy pronunciada de la Montaña del Gállego, aprovechando las condiciones del cono volcánico. Usando picos de piedra, los aborígenes excavaron más de 350 cavidades que usaron para almacenar cereales y otros alimentos.
Pertenece al municipio de Santa María de Guía y está ubicado en una zona de importante valor geológico y paisajístico sobre un impresionante y profundo barranco en los dominios del antiguo reino de Agáldar.
El Cenobio de Valerón es un granero colectivo donde los antiguos canarios guardaban alimentos
Parque Natural de Tamadaba
El Parque Natural de Tamadaba o Pinar de Tamadaba es uno de los territorios menos alterados de la isla y uno de los bosques primitivos de pino canario mejor conservados del archipiélago. Sus 7.500 hectáreas se extienden de cumbre a costa en el extremo occidental de la isla en un espacio declarado por la Unesco como Reserva de la Biosfera. Hábitat del pinzón azul, un pequeño pájaro que vive exclusivamente en esta isla, se encuentra dentro de los municipios de Artenara, La Aldea de San Nicolás y Agaete.
El punto más alto del Parque es el Pico de La Bandera con 1.444 metros de altitud, aunque el más espectacular es el Risco de Faneque, un acantilado de unos 1.008 metros que cae en vertical sobre el mar. Es uno de los sitios idílicos para hacer senderismo en Gran Canaria, gracias a la infinidad de caminos naturales.
l Parque Natural de Tamadaba cuenta con uno de los pinares mejor conservados de Canarias
Casa Cuevas (Artenara)
Emplazado en el interior de una antigua vivienda que probablemente fue habitada por los primeros pobladores de la isla antes de la llegada de los españoles, allá por el año 1478. Tras la colonización, los nuevos habitantes de Artenara continuaron construyendo sus hogares y casas de la misma manera que los antiguos nativos, perpetuando así la costumbre hasta nuestros días.
En la actualidad, siguen en pie unas 600 casas cueva, muchas de ellas habitadas y otras utilizadas como almacenes o bodegas. Tres de estas casas cueva forman parte del Museo Etnográfico.
Casa Cueva en Artenara
Barranco de las Vacas
El Barranco de las Vacas, situado entre las localidades de Agüimes y Temisas, en el sureste de la isla, es una sucesión de formaciones rocosas de colores, denominadas tobas, que se formó hace miles de años y que ha ganado popularidad en los últimos años gracias a la difusión de las redes sociales. Hay quien encuentra ciertas similitudes con el Antelope Canyon de Estados Unidos o el enclave arqueológico de Petra, en Jordania.
Formado gracias a la fuerza del agua que moldeó de una forma espectacular las rocas hace ya miles de años, este cañón geológico de 50 metros de longitud es una obra de arte de la naturaleza. Estas rocas particulares destacan por sus tonalidades blancas y amarillentas, que son fruto de las erupciones volcánicas y del efecto del agua, que hace que por momentos adquieran un color rojizo especial.
El Barranco de las Vacas, una formación geológica de gran impacto
Playa de Las Canteras
La capital grancanaria cuenta con dos playas principales, la de las Alcaravaneras, al abrigo del puerto con aguas tranquilas y la de Las Canteras, una lengua de arena de más de tres kilómetros de largo que presume de ser una de las playas urbanas más famosas de Europa.
Con buenas condiciones climáticas prácticamente durante todo el año, sólo ensombrecida en ocasiones por el fenómeno denominado Panza de Burro –acumulación de nubes a baja altura que actúan como pantalla solar y suavizan la sensación térmica–, la playa de Las Canteras cuenta con un paseo marítimo lleno de lugares de ocio.
Su emblemática ‘barra’, un arrecife de piedra que corre en paralelo a la costa, hace las veces de rompeolas natural y ofrece múltiples zonas ricas en vida marina, ideales para practicar snorkel. Cuando la marea está baja, incluso es posible nadar hasta ella.
La Playa de Las Canteras está ubicada en la capital, Las Palmas de Gran Canaria
La playa de Las Canteras se extiende desde la bahía de La Puntilla hasta los pies del Auditorio Alfredo Kraus, un recorrido de tres kilómetros en el que se distinguen varias zonas, cada una con sus peculiaridades. La Cícer (el paraiso surfero), Peña La Vieja (playa rocosa), Playa Chica y Muro Marrero (la más familiar), Playa Grande (turística por excelencia) y La Puntilla (último reducto de pescadores).
Además de Las Canteras, las playas más populares de Gran Canaria son las del sur, como Maspalomas, Playa del Inglés, Puerto Rico, Mogán, Amadores, Agaete, Meloneras y San Agustín. Otras playas de gran belleza, pero menos conocidas, son la de Güi Güi (La Aldea de San Nicolás), Guayedra (Agaete), Aguadulce (Telde), El Cabrón (Agüimes) o Punta de Las Arenas (Artenara).
Caldera de Bandama
Localizada entre los municipios de Santa Brígida, Telde y Las Palmas de Gran Canaria, la ruta por la caldera de Bandama se extiende por los barrancos de Las Goteras y Guiniguada, en dirección a la costa. Este espacio de gran riqueza natural se formó hace 5.000 años junto al antiguo volcán del Pico de Bandama. La caldera tiene 216 metros de profundidad, 574 metros de altura y mil metros de diámetro. Junto a su valor geológico, destaca el yacimiento arqueológico Cueva de los Canarios, que los antiguos pobladores usaban como silo para guardar cosechas y alimentos.
Con una ruta de trekking que apenas supera los tres kilómetros, la ruta por la caldera de Bandama (así bautizada por un comerciante flamenco de apellido Van Damme) atraviesa el mirador del Cornical para continuar las Casas de Fondo, la cueva de las Bodegas, el estanque de El Culatón y el cruce de las Tres Piedras. De dificultad exigente y con pendiente media del 18%, el camino permite conocer plantas como el tajinaste blanco y el acebuche, así como el cernícalo y el capirote, aves isleñas.
La Caldera de Bandama, un espacio natural que se formó hace cinco mil años
Pico de las Nieves
El vértice de Gran Canaria ofrece una vista impresionante de la isla y más allá. En un día despejado, se puede contemplar el Teide, en la vecina isla de Tenerife, y la costa africana. Con sus casi 2.000 metros de altitud, el Pico de las Nieves es un enclave excepcional de Gran Canaria. La cumbre está localizada en el mismo centro geográfico de la isla, en los límites de los pueblos de Tejeda, San Mateo y San Bartolomé de Tirajana.
Desde este impresionante mirador se puede observar gran parte de la zona declarada por la Unesco como Reserva de la Biosfera, en una infinidad de profundos barrancos y cuencas volcánicas erosionadas durante siglos por el viento y el agua para crear caprichosas formas.
A diferencia de otros lugares, los días sin sol son los mejores para subir a este mirador, ya que las nubes quedan suspendidas entre los barrancos dando lugar a un espectacular efecto natural creado por los vientos alisios que evoca la ilusión óptica de un mar tranquilo y esponjoso.
El Pico de las Nieves, el mirador más alto de la isla
Jardín Canario
La naturaleza está presente en cada rincón de Gran Canaria, pero la flora tiene su lugar por excelencia: el Jardín Botánico Canario "Viera y Clavijo", que reúne en un único espacio toda la riqueza naturalista de las islas. Es el jardín botánico más grande de España y uno de los mejores del mundo, además de un centro dedicado a la investigación, conservación y gestión de la flora canaria. Situado al borde del barranco de Guiniguada, en la capital, lo conforman 27 hectáreas que albergan especies vegetales exóticas y más de 500 plantas endémicas, algunas en peligro de extinción, con miles de cactus, dragos y palmeras repartidas por las principales zonas de este recinto al aire libre.
El Jardín Canario, un homenaje a la vegetación grancanaria
