Sevilla en primavera, un paseo por una ciudad que fascina

Desde que el Gobierno confirmó que no prorrogaría el estado de alarma a partir del pasado 9 de mayo, se ha producido una previsión positiva en la reactivación de uno de los sectores más azotados por la crisis sanitaria, el turístico. Terminan pues las restricciones de movilidad y el toque de queda y se retoman los viajes. 

Y precisamente, la relajación de las medidas pandémicas llega en una de las mejores épocas para visitar Andalucía: ya han florecido los naranjos, las temperaturas están templadas y las calles llaman a salir a pasear. El espíritu alegre y renovado de la primavera es contagioso e invita a acercarse a una de las ciudades más bellas e impresionantes de España, Sevilla.  

Primavera andaluza

En esta estación, la capital andaluza goza de una temperatura suave y templada que permite hacer agradables paseos para contemplar sus excelentes monumentos: la Catedral, la Torre de Oro, la Plaza de España o la Giralda; o tan solo perderse por las calles de los barrios de Triana o Santa Cruz y disfrutar de la herencia del arte mudéjar de esta ciudad cargada de historia.

Uno de los mayores atractivos de Sevilla es su centro histórico, conservado a la perfección. Este casco antiguo alberga auténticos hitos arquitectónicos - como la catedral gótica más grande del mundo, construida sobre una antigua mezquita en el siglo XV- que revelan sus influencias romana, musulmana, cristiana y judía. 

Patio sevillano de la plaza de toros / ARCHIVO

La huella sefardí

Gran parte de esta diversidad cultural se debe a la presencia y desarrollo de la comunidad judía, que durante siglos tuvo presencia en la ciudad hispalense. El rastro de la cultura sefardí, que durante los años 1248 al 1492 dejó su legado más extenso, y que se puede seguir recorriendo las sinuosas callejuelas del barrio de la Judería. 

Allí convergen, con un límite difuso, historia y leyenda, abriéndose paso entre casas blancas y majestuosos patios andaluces. Si se empieza el recorrido desde la Plaza de Santa Cruz, se recorren las iglesias de San Bartolomé, Santa María la Blanca y Santa Cruz,  edificadas donde estuvieron las antiguas sinagogas.

Barrio de la Judería de Sevilla / sevillatour.net

La Giralda y el Giraldillo

Sin salir del centro histórico, otra maravilla arquitectónica perfila la silueta señorial de Sevilla. Otrora la torre más alta de Europa, con 104,1 metros de altura, la Giralda es el reflejo de la variedad de culturas que habitaron esta tierra. Se concibió en un principio como alminar para la gran mezquita, pero a causa de un terremoto, tan sólo quedó su primer tramo, de estilo almohade.

Más adelante, en el siglo XVI, se volvió a construir la parte superior de la torre, esta vez al estilo renacentista. En la cúspide, como símbolo de la culminación de la victoria del cristianismo sobre el islam, el cabildo de la Catedral ordenó colocar una gran estatua, de cuatro metros de altura y con funciones de veleta, popularmente conocida como el Giraldillo. 

Imagen de la Giralda, Sevilla / ARCHIVO

Arte sevillano

El paseo por el casco antiguo no se puede dar por terminado sin visitar el Real Alcázar, el complejo palaciego en uso más antiguo de Europa. Está ubicado junto a la catedral y los Archivos de Indias y ofrece una multitud de estilos: arte musulmán, gótico, renacentista, barroco y romántico, así como algunos de los mejores ejemplos del estilo mudéjar. 

Además, los amantes del arte también sacarán mucho partido de la ciudad con una visita (obligada) al Museo de las Bellas Artes de Sevilla, un espacio que por la calidad de las obras que contiene, en la actualidad está considerado como la segunda pinacoteca de España. De hecho, en esta ciudad  se desarrollaron  en el siglo XVII importantes corrientes artísticas, como la escuela sevillana de pintura, una de las más reconocidas y esplendorosas de las corrientes artísticas del país, con Velázquez, Zurbarán, Murillo, Herrera el Mozo y Valdés Leal como sus referentes.

Dolorosa, de Esteban Murillo, expuesta en el Museo de las Bellas Artes de Sevilla

Hacia los orígenes del flamenco

Adentrarse en las profundidades del arte sevillano es hacerlo también en la música. Y es que Sevilla, dicen, es la cuna del flamenco. Concretamente, lo es el barrio de Triana, donde se respira tanto arte que incluso hay un palo de flamenco propio, la soleá de Triana. 

De hecho, artistas de la talla de Naranjito, Esperánza Fernández El Fillo, entre otros grandes cantaores, guitarristas y bailaores, empezaron aquí sus carreras y han aportado una gran contribución a este arte. 

Los cinco pueblos más bonitos de Sevilla 

El rico patrimonio cultural y artístico se extiende, sin embargo, a lo largo de las 106 pequeñas ciudades y encantadores pueblos que conforman las provincia. Recorrerlos supone adentrarse en un espectáculo de bellos entornos naturales, vistas privilegiados, así como de poder disfrutar de su rica variedad arquitectónica.

En esta pequeña guía preparada desde Crónica Global, se muestra una selección de los cinco pueblos más bonitos de Sevilla:

Viaja a Sevilla con Vueling

Para este verano, Vueling conectará Sevilla con Barcelona, Tenerife, Mallorca, Bilbao, Asturias, Valencia, Lanzarote, Fuerteventura, Ibiza, Menorca, A Coruña, Gran Canaria, y como novedad, con Santiago de Compostela. A nivel internacional, con París, Nantes y Marrakesh.

La compañía mantiene su firme compromiso de contribuir e impulsar la recuperación del sector turístico y económico en España, a la vez que implementa las máximas medidas de seguridad a bordo recomendadas por las autoridades sanitarias y de aviación, garantizando un viaje con toda la seguridad y tranquilidad a sus clientes.