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La enfermedad hepática por alcohol y la flora intestinal
Un estudio demuestra como los pacientes con esta patología presentan una superpoblación de Candida Sp con respecto al grupo de control sano
26 noviembre, 2019 00:00En la sociedad occidental el alcoholismo sigue siendo un grave problema y uno de los motivos del incremento de la mortalidad por causa hepática a nivel mundial. Se calcula que en la actualidad más de la mitad de las muertes por enfermedad hepática en la Unión Europea están relacionadas con un consumo excesivo de alcohol.
Las personas que beben en abundancia durante un largo periodo de tiempo tienen más probabilidades de sufrir hepatitis alcohólica. Sin embargo, la relación entre la bebida y la hepatitis alcohólica es compleja. No todos los bebedores empedernidos la desarrollan y, por otra parte,puede presentarse en personas que beben moderadamente.
La importancia de la microbiota
Un nuevo estudio, publicado en la revista Hepatology, una de las más importantes en el área de la gastroenterología, en el que ha participado el doctor José Altamirano, hepatólogo y facultativo del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Barcelona, ha profundizado en la relación entre la población de hongos de la microbiota y la progresión de la enfermedad hepática por alcohol (EHA).
Una microbiota equilibrada es fundamental en la salud de las personas. Cada vez se conoce más acerca de su importancia en nuestro sistema inmunitario, del que es un componente clave.La flora intestinal, es decir la microbiota, está formada por la comunidad de microorganismos que viven en nuestro sistema gastrointestinal y que son beneficiosas para el cuerpo. Se trata de bacterias que conviven con nosotros, sin generarnos problemas ni enfermedades y un sistema que es específico de cada persona, del mismo modo que el ADN.
Estadios de EHA
En comparación con la población sana, las personas con estadios avanzados de EHA pueden generar una alteración en la estructura de la comunidad microbiana intestinal en mayor grado. “En la actualidad se sabe que el alcoholismo crónico aumenta la permeabilidad intestinal de productos bacterianos hacia la sangre y produce cambios en la microbiota de los pacientes, lo que contribuye a la progresión de la enfermedad y a empeorar el grado de daño hepático preexistente”, explica el doctor Altamirano.
En este estudio, en el que han participado hospitales de todo el mundo y que ha sido coordinado por la Universidad de San Diego, se ha investigado la microbiota de diferentes estadios de EHA enfocándose en el tipo y cantidad de poblaciones de hongos en la materia fecal.
Superpoblación de Candida Sp
El primer hallazgo que se produjo en este terreno fue que, comparado con pacientes de control sanos, aquellos que padecían algún grado de EHA tenían una diversidad fúngica empobrecida con una superpoblación de Candida Sp. Por otro lado, también se vio como en los controles no alcohólicos el género que dominaba era Penicillium. Estas dos circunstancias se pudieron relacionar con diferentes eventos.
La investigación también ha servido para ver como la respuesta sistémica a esta superpoblación fúngica de Candida Sp, medida indirectamente con una prueba en suero de anticuerpos anti-Saccharomyces cerevisiae o ASCA, está relacionada con el mal pronóstico a corto plazo de los enfermos. Esto abre la puerta a nuevos trabajos en los cuales la microbiota fúngica podrá ser una diana de tratamiento para las personas que padecen esta enfermedad.