Jordi Cruz y galletas

Jordi Cruz y galletas CG

Gastronomía

El truco de Jordi Cruz para que las galletas estén crujientes: "Pon un trocito de pan en un recipiente cerrado"

El cocinero catalán nos da un consejo, sencillo y muy fácil, para que las galletas no se reblandezcan 

Otras noticias: El restaurante sostenible de Barcelona: un oasis donde conviven ensaladas de gran tamaño, pizzas de masa fina y hamburguesas

Llegir en Català
Publicada

Noticias relacionadas

Las galletas nos gustan tanto porque combinan tres factores irresistibles: sabor, textura y memoria emocional. El dulzor y los aromas tostados que se generan al hornearlas, activa los centros de placer del cerebro, haciendo que cada bocado resulte reconfortante.

Además, su textura -crujiente, suave o rellena- añade variedad sensorial, mientras que muchos asociamos su consumo a momentos agradables de la infancia, celebraciones o pausas relajantes del día.

En cuanto a sus componentes nutricionales, la mayoría de las galletas contienen harinas, azúcares, grasas y, a veces, huevos, leche, cacao o frutos secos. Estos ingredientes aportan carbohidratos que brindan energía rápida, así como lípidos, que aumentan la sensación de saciedad y mejoran la textura. Algunas versiones integrales incluyen fibra, vitaminas del grupo B y minerales provenientes del grano completo. No obstante, por su contenido en azúcar y grasas, se recomienda disfrutarlas con moderación, eligiendo opciones con menos aditivos y mejores ingredientes cuando sea posible.

El truco de Jordi Cruz

El chef Jordi Cruz abre uno de sus últimos vídeos de Instagram desvelando un truco tan simple como eficaz para prolongar la vida crujiente de las galletas. En la grabación, el cocinero explica un método casero que cualquiera puede aplicar para evitar que estas se ablanden con el paso de los días.

La propuesta de Cruz no requiere utensilios especiales ni técnicas complejas. Basta con colocar uno o dos trozos de pan dentro del recipiente donde se guardan. Al cerrar el frasco, ese pan actúa como un escudo natural frente a la humedad ambiental, responsable del reblandecimiento de estos dulces.

El chef detalla que ese alimento cumple la función de un desecante improvisado. Su estructura absorbe, rápidamente, la humedad presente en el interior del bote, evitando que las galletas la capten y pierdan su textura original. En otras palabras, el pan funciona como un pequeño 'imán' higroscópico capaz de retener el exceso de vapor de agua y mantener así el punto crujiente.

Galletas de chocolate

Galletas de chocolate CANVA

El reblandecimiento de las galletas

La composición de las galletas, rica en almidones y azúcares, las hace especialmente sensibles a la humedad del ambiente. Cuando se guardan en recipientes que no cierran bien o se exponen al aire con frecuencia -por ejemplo, abriendo y cerrando el envase repetidamente-, las galletas terminan absorbiendo moléculas de agua que modifican su estructura interna.

El truco de Jordi Cruz se centra en cambiar el equilibrio de humedad dentro del recipiente. El pan actúa como un absorbente prioritario, captando el agua antes de que lo hagan las galletas. Gracias a esto, se preserva su firmeza durante más tiempo sin alterar su sabor ni incorporar olores extraños. Además, este método contribuye a reducir el desperdicio alimentario, al evitar que un lote entero quede inutilizable en pocos días.

Otros trucos 

Existen alternativas adicionales que también ayudan a mantener la textura crujiente de las galletas. Una opción eficaz es usar recipientes completamente herméticos, que limiten al máximo el intercambio de aire con el exterior, algo especialmente útil en regiones con humedad elevada.

Otra posibilidad consiste en introducir pequeñas bolsitas de gel de sílice aptas para uso alimentario. Este material absorbente, habitual en muchos productos comerciales, mantiene seco el espacio interior del envase.

Por último, también resulta práctico almacenar las galletas en un lugar fresco y alejado de fuentes de vapor, como la parte más apartada de la cocina o un armario alto. Con estas medidas sencillas, es posible disfrutar de unas galletas crujientes durante más tiempo sin esfuerzo adicional.