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Nos gustan tanto los platos catalanes porque combinan producto excelente de proximidad, técnica sencilla, pero precisa y una identidad muy marcada que se reconoce en cada bocado. A la mesa llegan recetas como la escudella en invierno, el suquet de peix, los calçots a la brasa, los canelones o el pa amb tomàquet.

Es una cocina pensada para celebraciones en familia y para compartir sabores honestos y de tradición, que respetan la estacionalidad del producto. Esta cocina convierte lo rutinario en algo especial.

El plato catalán

La mongeta del ganxet es uno de los productos más identitarios de la cocina catalana. Su cultivo queda acotado a una franja muy concreta del territorio: Maresme, la Selva, Vallès Oriental y Vallès Occidental, donde el clima suave y los suelos graníticos y arenosos le sientan como un guante.

Ese arraigo le valió primero el reconocimiento oficial de la Generalitat (23 de abril de 2007) y, después, el sello europeo de Denominación de Origen Protegida, que blinda su nombre y su zona de producción. En la mesa es muy apreciada por restauradores y cocineros de casa por una razón sencilla: casi no tiene piel perceptible, se deshace en la boca y deja un rastro cremoso y persistente.

Cultivo

Es una alubia mediana, blanca, ligeramente rugosa y aplanada y con un extremo curvado que recuerda a un gancho --de ahí el nombre--. Resulta suave, untuosa y 'harinosa', lo que la hace ideal para guisos, salteados y ensaladas templadas o frías. La DOP ampara su comercialización seca o ya cocida 'al natural'; en este último caso, la norma es clara: solo agua y sal, sin aditivos.

En el campo se siembra en julio, tras levantar el cereal, y se cosecha en otoño (de octubre a noviembre). Gracias a la conservación en seco y a las elaboraciones en conserva, está disponible todo el año.

Gastronomía

En la cocina popular catalana ocupa un lugar de honor. Es la base de platos canónicos como la butifarra amb mongetes, acompañada de costilla de cerdo, y se mezcla con coliflor. También, protagoniza el empedrat, una ensalada fresca de verano con bacalao, pimiento y cebolla. En la olla tradicional aparece en cocidos como la olla barrejada o la olla verda, donde aporta densidad y sabor, sin pesadez. 

Cada enero, en Castellar del Vallès se celebra la Setmana de la Cuina del Vallès, con charlas, exposiciones, una muestra gastronómica y un almuerzo popular donde la mongeta del ganxet se luce en diferentes versiones. Y en noviembre, en Caldes d’Estrac se organizan las Jornades Gastronòmiques de la Mongeta del Ganxet, en las que varios restaurantes presentan menús y platos de temporada con esta DOP como hilo conductor. Son dos citas que recuerdan por qué esta alubia, tan local en su cultivo, es tan universal en la mesa.

Receta mongetes del ganxet

A continuación, te presentamos una sencilla, receta y muy sabrosa extraída, directamente, de la web 'Directo al Paladar': mongetes del ganxet con butifarra.

Estos son los ingredientes:

  • 500 g. de mongetes del ganxet.
  • 400 g. de butifarra.
  • Sal al gusto.
  • Aceite de oliva virgen extra.

Primero, remojaremos en agua, toda la noche, las alubias, hasta que aumenten bastante su volumen. Las escurriremos y las pondremos en agua ligeramente salada. Calentaremos hasta que rompa a hervir y las dejaremos cocer, a fuego lento, durante 45 minutos o hasta que queden bastante tiernas.

Escurre y aliña con aceite de oliva y algo de sal, si ves que la necesita. Mientras se cuecen las judías, asaremos la butifarra en las brasas o en el horno a 230°C, unos 20 minutos, o hasta que estén doradas. ¡Y listo!

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