El famoso bar de Cadaqués

El famoso bar de Cadaqués MªJOSÉ MENDOZA

Gastronomía

El bar favorito de las celebridades de la 'gauche divine' catalana en un pueblo costero de Girona: "Destacan las bravas y el tataki de atún con pepino"

Predominan los desayunos al borde del mar, tapas originales y coctelería clásica en un ambiente marítimo inigualable

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Delante de la playa todo sabe mejor: el horizonte se convierte en un mantel infinito y el sonido de las olas marca el ritmo de la comida. El mar abre el apetito con su brisa salada, que refresca y da a cada plato un matiz distinto, como si los sabores se potenciaran con la cercanía del agua.

El tiempo parece detenerse entre sorbo y sorbo, mientras la mirada se pierde en el vaivén de las barcas y en los reflejos de la luz sobre la superficie. Allí, lo cotidiano se transforma: un pan con tomate se vuelve un lujo, un café adquiere aroma de vacaciones eternas y una copa de vino se disfruta con calma, como si fuera la primera vez.

Comer frente al mar no es solo alimentarse, es entrar en un estado de plenitud donde se mezclan el paisaje, la compañía y la sensación de estar en el lugar exacto en el momento preciso. Es un ritual sencillo, casi mágico, que convierte cualquier comida en un recuerdo imborrable.

El bar marítimo de Cadaqués

El Bar Marítim 1935 es un bar-chiringuito a pie de playa en el paseo marítimo de Cadaqués, en la Costa Brava. Abrió, ese año, cuando el local fue levantado por unos primos del joven Pere Figueras y la familia lo convirtió en punto de encuentro del pueblo durante décadas. 

Bar Marítim 1935 con vistas a la playa

Bar Marítim 1935 con vistas a la playa MªJOSÉ MENDOZA

Desde los años cuarenta y cincuenta fue imán de artistas, escritores y veraneantes ilustres. Salvador Dalí amarraba su barca frente a la terraza; Marcel Duchamp jugaba al ajedrez con los habituales; y por allí pasaron Richard Hamilton, Umberto Eco o el actor Kirk Douglas. Gabriel García Márquez lo citó en 'Doce cuentos peregrinos', describiendo el ambiente de aquel Cadaqués de la Gauche Divine. Algunas crónicas locales también mencionan a Yul Brynner y otros nombres ligados a rodajes en la zona.

Más allá de los famosos, el Marítim se consolidó como la 'república' social del pueblo: un lugar de mezcla entre pescadores, vecinos y visitantes. Hay recuerdos de horarios larguísimos "hasta las tres de la madrugada" en tiempos del fundador, que refuerzan su papel como punto de reunión fijo.

Gastronomía de infarto

La propia guía comarcal destaca desayunos al borde del mar, tapas originales, vinos por copa, cava y champán y coctelería clásica. Las opiniones de viajeros subrayan las vistas privilegiadas y una carta informal de raciones y bocados mediterráneos, con valoraciones dispares sobre servicio y precio, como ocurre en muchos establecimientos céntricos de los alrededores. Destacan, sobre todo, sus bravas y el tataki de atún con pepino.

Su estética forma parte del mito: conserva el rótulo con letras rojas y la mención "1935". Con motivo del 80º aniversario, el estudio de Mario Eskenazi creó una identidad gráfica basada en ese letrero original y en su tipografía, que hoy sigue identificando el local. La imagen del Marítim --terraza abierta, estructura metálica azul y la bahía de fondo-- es ya parte del paisaje visual de Cadaqués.

Bocadillos del Bar Marítim

Bocadillos del Bar Marítim MªJOSÉ MENDOZA

Opiniones del Bar Marítim

Si estás casi convencido de ir hasta el Bar Marítim en Cadaqués para visitarlo, te dejamos un par de opiniones --vistas en Gastroranking- para que te ayuden en esta decisión:

  • Nos recomendaron este chiringuito y, por casualidad, pasamos por delante, así que decidimos quedarnos. El trato fue de 10: los camareros nos explicaron la carta con detalle y mucha simpatía. La comida estaba riquísima y la croqueta de gamba roja fue todo un espectáculo. Sin duda, repetiremos.
  • Una hermosa experiencia, tanto gastronómica como de sitio. Muy recomendable el arroz caldoso de gamba roja. Una explosión de sabores en la boca, con un fondo increíble. Ha sido un gran acierto, sin duda. Y las visitas, de lo mejor. El servicio es muy amable. Se recomienda reservar, sobre todo en agosto o festivos.
  • Hicimos una parada en nuestro paseo por Cadaqués para tomar una copa. Servicio rápido, buenas bebidas y muy bonita vistas de la playa.
Terraza del Bar Marítim 1935

Terraza del Bar Marítim 1935 MªJOSÉ MENDOZA