Fotomontaje Eduardo Mendoza y Casa Leopoldo

Fotomontaje Eduardo Mendoza y Casa Leopoldo CANVA

Gastronomía

Ni Disfrutar ni Botafumeiro, el restaurante de Barcelona que enamoró a Eduardo Mendoza: "Destacaban clásicos como las albóndigas de sepia"

Es un clásico de la cocina tradicional catalana y uno de los epicentros literarios y culturales de la ciudad Condal

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Eduardo Mendoza, nacido en Barcelona en 1943, es un autor imprescindible de la literatura española contemporánea, reconocido por su estilo claro, irónico y profundamente humano. Sus obras más emblemáticas incluyen La verdad sobre el caso Savolta (1975), una tragicomedia ambientada en la ciudad Condal prebélica; La ciudad de los prodigios (1986), una novela coral que retrata la transformación urbana entre las Exposiciones Universales; y Sin noticias de Gurb (1991), una sátira de ciencia ficción que parte del choque cultural de un extraterrestre en la ciudad preolímpica. En 2010 ganó el Premio Planeta por Riña de Gatos. Madrid 1936 y, en 2016, el Premio Cervantes. Su narrativa combina humor, crítica social, parodia de géneros clásicos y un profundo interés por retratar personajes.

Además de novelas, Mendoza ha explorado otros géneros literarios como el teatro (Restauració, originalmente en catalán), el ensayo (Qué está pasando en Cataluña, Las barbas del profeta) y los relatos (Tres vidas de santos). En entrevistas ha confesado que escribe a mano, usando la pluma que robó a su padre, y que busca convertir la nostalgia o el aburrimiento personal en historias ingeniosas. Su obra mezcla tragedia e ironía, historia y parodia, crítica social y juego literario, siempre entretejidos con un lenguaje accesible y mirada sorprendente. Esto lo ha convertido en un autor con amplio reconocimiento y con lectores de todas las generaciones.

Lugar de literatos

Casa Leopoldo, inaugurado en 1929 en el corazón del barrio del Raval (calle Sant Rafael, 24), es un clásico de la cocina tradicional catalana y uno de los epicentros literarios y culturales de Barcelona. A lo largo del siglo XX, fue punto de encuentro habitual para escritores como Manuel Vázquez Montalbán --quién lo convirtió en el restaurante favorito de su personaje Pepe Carvalho, así como Juan Marsé, Maruja Torres y Terenci Moix, entre otros literatos e intelectuales locales.

¿Pero quién, también, fue habitual de este sitio? El escritor barcelonés Eduardo Mendoza. En un reciente homenaje a Rosa Gil, la emblemática propietaria que lideró el restaurante durante décadas. Mendoza afirmó que ella fue una 'anfitriona y amiga' y que formó parte de su vida y de la historia del local. 

Tras años de cierre y transición (incluso llegó a convertirse en restaurante chino por un breve periodo), en 2024 fue reabierto por el grupo Banco de Boquerones, recuperando su decoración original, su carta de platos de cuchara y su atmósfera bohemia y auténtica.

La gastronomía del lugar

Durante las tertulias literarias que se celebraban, frecuentemente, los platos servidos reflejaban la cocina casera catalana más genuina. Destacaban clásicos como las albóndigas de sepia, que se convirtieron en emblema por su sabor tierno y marinero. Otro plato estrella era el rabo de toro al vino tinto, un guiso largo y meloso que evocaba la tradición taurina y gastronómica que impregnaba el local.

El restaurante también ofrecía entrantes caseros que combinaban sencillez y calidad: croquetas de jamón o boletus, ensaladilla rusa, puerro escalivado con salsa romesco y gambas al ajillo, platos ideales para compartir en mesa de amigos y tertulias.

Además, se servían suquets de rape y marisco, calamares salteados con guisantes del Maresme, y arroces variados, incluyendo el tradicional arroz negro o el de butifarra con setas, continuando la línea de cocina de mercado y proximidad.

En ocasiones especiales, se recuperaban estos grandes clásicos para evocar la memoria colectiva gastronómica del lugar. Comer en Casa Leopoldo era, entonces, compartir historia, conversación y sabor en cada plato.