
Mesa de un restaurante que gusta a Marc Giró CRÓNICA GLOBAL
El sitio favorito de Marc Giró para comer en Tarragona: comida típica catalana destacada por la Guía Michelin
Este restaurante familiar está reconocido también con un Solete con solera
Más información: El restaurante ideal de Cataluña perfecto para los amantes de Harry Potter: experiencia única y menú de mediodía por solo 8,50€
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Pocos historiadores del arte pueden presumir de tener una fama como la de Marc Giró. Este catalán se ha convertido en una estrella de la radio y la televisión en los últimos años, hasta convertirse en un nuevo líder de audiencia en TVE.
El programa Late Xou que conduce desde hace dos años ha saltado de La2 a La1 con un éxito que pocos predijeron. Situarse en la parrilla televisiva detrás de Broncano le ha beneficiado, pero su mérito es mucho mayor.
Quién es Marc Giró
Empezó a destacar como editor de moda en Marie Claire, donde estuvo 17 años. Con esta posición pudo participar de muchos eventos en los que se rodeó de VIPs y frecuentó lugares de postín, entre ellos muchos restaurantes.
De hecho, cuando saltó a la televisión lo hizo como un personaje bon vivant, tirando a pijo o, por lo menos, con clase. Este papel, su profesionalidad y su sentido del humor lo han convertido en un referente para muchas personas queer y de izquierdas, por cómo lanza sus mensajes y desmonta las teorías de la derecha política conservadora.
Dónde le gusta ir en Tarragona
Sus vídeos y comentarios se vuelven virales y, poco a poco, se ha convertido en alguien a quien seguir la pista. Igual que muchos de sus oyentes en Rac1 toman nota de las recomendaciones literarias y cinematográficas que proponen en Vostè primer, que también, Crónica Global quiere destacar también uno de los sitios favoritos de este catalán para ir a comer.
Habló de él en un reportaje de El País. Allí hacía referencia a algunos de sus lugares donde ir a desayunar, merendar, comer y hacer el aperitivo. La mayoría de ellos están en Barcelona, pero llama la atención el único que está fuera de esta provincia, el Hostal Colomí.
Dónde está
Tras este nombre de hospedaje se encuentra también un restaurante de Tarragona, regentado las hermanas Camps que ha llamado la atención a la mismísima Guía Michelin. Este referente de la gastronomía le da un reconocimiento Bib Gourmand, por su buena relación calidad-precio.
Algo parecido ha hecho la guía Repsol que le ha otorgado un Solete con solera, por exactamente la misma razón. Y es que si uno mira su carta se da cuenta de que el precio medio de los platos oscila entre los 20 y los 30 euros y sus dos menús se quedan en 25 euros, un euro menos si se le saca el café.
Un restaurante familiar
La historia de este restaurante refleja su carácter familiar. Lo abrió un matrimonio de Santa Coloma de Queralt en 1947. Abrió un hostal, sí, pero su restaurante fue cogiendo fama. Los guisos de Pepita enamoraban a sus huéspedes y a los vecinos que se acercaban.
Sus hijas, Nati y Rosita, se contagiaron de esta pasión y, poco a poco, tomaron las riendas respetando la esencia de su cocina. Lo único que ha cambiado desde entonces es su ubicación. Ubicados desde 1994 al lado del castillo del pueblo y sin ofrecer ya habitaciones en las que hospedarse, conservan el nombre de Hostal Colomí y la buena comida, que es 100% catalana.
El menú
Su menú comienza con una amplia variedad de ensaladas, desde la clásica con esqueixada de bacalao, un plato típico catalán, hasta combinaciones más sofisticadas como la de salmón y queso seco de oveja. Tampoco faltan las habas a la catalana, los macarrones caseros o una sopa del día.
Entre los segundos, la brasa es la protagonista. Entre las opciones destacan el cordero, el bistec de ternera, la butifarra y el conejo, siempre acompañadas de escalivada, patatas y allioli. Para los paladares que buscan algo más elaborado, el menú incluye especialidades como los pies de cerdo con ciruelas y piñones o el rabo de buey con chocolate y pera. ¿Y pescado? También, fresco y del día.
Para cerrar la experiencia, el menú ofrece una selección de postres que son reflejo de su cocina típica catalana. Desde la clásica crema catalana y el ‘mel y mató’ hasta opciones más clásicas como el flan y el yogur casero con mermelada de frutas, incluso una tarta de queso con chocolate.
Más allá del menú, los comensales pueden optar por una carta que es un abanico de platos típicos catalanes. Aparecen entre los entrantes un milhojas de foie con manzana y cava Sweet Juvé y Camps o unos caracoles en salsa.
La carta
En cuanto a los platos principales, el plato estrella es el entrecot lomo alto de Nebraska Angus beef y la mediana de vaca vieja, una pieza de un kilo de peso. Para los que prefieren los guisados, no falla el fricandó de ternera de espaldilla Angus con setas y guisantes o las carrilleras de cerdo, o manitas, claro.
El pescado también tiene su protagonismo con opciones como el rape con suquet y langostinos o la zarzuela de pescado, ambos preparados con ingredientes frescos y con técnicas que resaltan los sabores del mar.
Un ambiente acogedor
Para finalizar, los postres fuera de menú también son bien catalanes. Más allá de las lionesas con chocolate caliente, destacan los higos confitados con Mascaró y biscuit de vainilla.
Todo ello acompañado de excelente atención y un ambiente agradable y acogedor. Giró resalta su ubicación, “una zona preciosa”, los “buenos pescados y patatas fritas” y la “cocina catalana” que la convierten en una “casa de comidas del Mediterráneo”.
Qué dice la Guía Michelín
Por su parte, la Guía Michelin los “boletus con foie y huevo frito” y la atención de “las hermanas Camps, Nati y Rosita, pues ellas personifican los pilares sobre los que se alza esta céntrica y concurrida casa familiar”.
Eso sin olvidar “la sabrosa cocina casera que surge de sus fogones se ve enriquecida con diversos platos de tinte regional y tradicional”.
Cómo llegar
Quien quiera acercarse allí debe tener en cuenta que Santa Coloma de Queralt está en el interior de Tarragona. Desde allí se tarda aproximadamente 1 hora y 10 minutos. Se va por la T-11 en dirección a Montblanc hasta enlazar con la C-14 hacia Solivella. Finalmente, se sigue por la C-241d hasta llegar al pueblo.
Desde Barcelona, el viaje dura cerca de hora y media. Hay que tomar la A-2 en dirección a Igualada, salir hacia la C-241a y continuar por esta hasta llegar a Santa Coloma de Queralt, donde se encuentra el restaurante.