Los postres navideños catalanes son una verdadera delicia que refleja la riqueza y tradición de la gastronomía de la región. Entre los más populares está la crema catalana, los turrones o las neulas, entre otros platos. Además, los catalanes también disfrutan de fruta confitada, que a menudo se sirve como parte de una bandeja de dulces.
Estos postres no solo son sabrosos, sino que también crean un ambiente de alegría y tradición, reforzando la unión familiar y el sentido de comunidad durante las festividades. Cada bocado de estos dulces cuenta una historia de generosidad, celebración y calidez compartida.
El postre navideño catalán
Uno de los postres, que no puede faltar en tu mesa, es el tronco de Navidad. Originario de Francia, gozando de especial popularidad en este y en otros países de influencia francófona. Como indica su nombre, el postre suele prepararse, presentarse y decorarse de forma que parezca un tronco listo para la chimenea.
El tronco tradicional se hace con bizcocho genovés u otro tipo de bizcocho esponjoso, rectangular y plano, que se unta con crema, se enrolla para obtener un cilindro y se vuelve a untar por fuera. La combinación más común es un bizcocho básico, untado y relleno con crema de mantequilla de chocolate, café o praliné, pero existen muchas variantes que cambian el bizcocho, las cremas, rellenos y adornos, además de otras preparadas con mazapán o helado.
Origen del tronco de Navidad
El origen del tronco de Navidad o bûche de Noël se remonta a la tradición precristiana, consistente en quemar en el hogar un tronco o leño grande de madera, preferentemente, de árboles frutales. El ritual del encendido corre a cargo del mayor o del menor de la familia y se hace a veces con cenizas del tronco quemado el año anterior. Tiene que arder como mínimo tres días, y se riega con vino, aceite o agua. Como otras costumbres, fue recuperada por la Iglesia católica e incorporada a los ritos navideños.
Esta costumbre tendría sus orígenes en las tribus germánicas del norte de Europa y se practica en varios países y regiones europeas donde se conoce bajo distintos nombres: Yule log en las islas británicas (Yule designando en los pueblos celtas este período del año), Etéau nedelecq en Bretaña, cacho fio o calignaou en Provenza, tizón de Nadal en Galicia, tréfeu, suche, choque, tronche o tison de Noël en otras regiones francesas o "Toza" o "Tronca" de Navidad en Aragón y Tió de Nadal en Cataluña.
Receta del tronco de Navidad
Si quieres sorprender a tus invitados en Navidad, te presentamos una receta de dificultad media para unas 10 personas y solo dura 40 minutos de preparación.
Primero, has de comprar los siguientes ingredientes:
- 300 gramos de chocolate negro para postres.
- 4 huevos.
- 100 g de azúcar.
- 1 pizca de sal.
- 100 g de harina.
- Media cucharadita de extracto de vainilla.
- 300 ml de nata para montar.
- Azúcar glas.
Sigue los pasos para su elaboración:
Para el relleno, calentar 180 ml de nata hasta que empiece a hervir. Retirar del fuego y añadir 150 g de chocolate, mezclar hasta que esté fundido y dejar enfriar en la nevera durante media hora. Montar con unas varillas y refrigerar. Precalentar el horno a 180º. Batir los huevos con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que blanqueen y doblen su volumen. Añadir la harina tamizada y la sal, mezclando con movimientos suaves y envolventes para que no baje la preparación.
Después, forrar la bandeja con papel de horno, verter la preparación extendiéndola formando un rectángulo de 28 x 36 cm. Dar unos golpecitos a la bandeja sobre la encimera. Hornear durante 8-10 minutos. Retirar del horno, poner encima un paño húmedo y darle la vuelta. Retirar el papel de horno y colocar otro nuevo. Enrollar sobre sí mismo con cuidado para que no se rompa. Dejar enfriar un par de minutos. Desenrollar el bizcocho, cortar un par de centímetros de los extremos para que quede recto y repartir por encima el relleno. Enrollar de nuevo sobre sí mismo. Dejar enfriar en la nevera mientras se prepara la cobertura.
Para hacer la cobertura, calentar 120 ml de nata en un cazo al fuego, retirar cuando empiece a hervir y añadir 150 g de chocolate. Mezclar hasta que se funda y dejar enfriar a temperatura ambiente, hasta que espese ligeramente. Cortar los dos extremos del tronco, uno en diagonal y otro recto. Poner el corte recto en el lateral del tronco y el otro encima, dejando el lado diagonal hacia arriba, sujetándolo con una brocheta de madera y poniendo un poco de la mezcla del chocolate en la unión para que haga de enganche. Cubrir el tronco con la cobertura de chocolate dejando sin cubrir la parte de los cortes. Hacer unas marcas con un tenedor simulando las vetas del tronco y dejar enfriar. Espolvorear con azúcar glas.