Se come caliente: El curioso embutido de cordero que se inventó en el s.XV en Cataluña y se dio a conocer en los 2000
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El embutido tiene sus orígenes en la necesidad de conservar la carne durante más tiempo, especialmente antes de la invención de métodos modernos de refrigeración. A lo largo de la historia, las civilizaciones desarrollaron técnicas de conservación que incluían salar, secar y ahumar carnes, además de aprovechar tripas animales para embutir y conservar diferentes tipos de carne.
Se cree que las primeras formas de embutido ya existían en el Antiguo Egipto, y en la época de los romanos este método de conservación se había expandido por Europa, adaptándose a las materias primas de cada región.
Los embutidos catalanes son una parte fundamental de la gastronomía de Cataluña, reconocidos por su calidad y su variedad. Entre los más destacados se encuentran el fuet y la butifarra, pero hoy venimos a hablarte de otra cosa.
El embutido medieval que aprovechaba el cordero
La girella es un embutido típico de algunas zonas rurales de los Pirineos: Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça, en Cataluña; y el Sobrarbe, el Somontano de Barbastro y la Ribagorça, en Aragón, donde recibe el nombre de chireta .
Data del siglo XV y se elaboraba con el objetivo de aprovechar al máximo la carne de cordero, la cual también contiene arroz.
En el pueblo de Escalona en el Sobrarbe se celebra todos los años desde el 2002 el Festival de la Chireta de Escalona. En esa primera edición se logró un récord Guinness, haciendo la girella más larga y más pesada del mundo con 103,75 metros de largo y un peso de 220 kg.
Girella o Chireta: su origen y preparación
La girella o chireta es un embutido típico de las comarcas pirenaicas, especialmente en Aragón y Cataluña, cuya historia se remonta a la Edad Media. Se trata de un producto tradicional que surgió como una forma de aprovechar al máximo los recursos durante las matanzas de cordero, un animal muy presente en las zonas rurales. Al igual que otros embutidos de origen pastoril, la girella nace de la necesidad de evitar desperdiciar partes del animal.
Para elaborar la girella, se utilizan los intestinos del cordero como envoltorio, y el relleno se compone principalmente de carne, vísceras y arroz. Se añaden especias locales y, en algunas versiones, se incluyen otros ingredientes como cebolla o ajo. Este embutido destaca por su sabor intenso y su carácter tradicional, ligado a festividades y celebraciones rurales.
Beneficios nutricionales de la girella
A partir de los datos nutricionales proporcionados, la girella o chireta presenta varios aspectos beneficiosos para la salud:
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Aporte energético moderado: Con 210,3 kcal por cada 100 gramos, la girella ofrece un nivel moderado de energía, lo que la convierte en una opción que puede ser parte de una dieta equilibrada si se consume con moderación.
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Fuente de proteínas: Contiene 13,58 gramos de proteínas, esenciales para la reparación de tejidos y el mantenimiento muscular.
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Aporte de minerales importantes: Destacan los niveles de hierro (3,10 mg), que contribuyen a la prevención de la anemia, y potasio (133,98 mg), que ayuda en la regulación de la presión arterial y el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
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Bajo en colesterol: Con solo 18,57 mg de colesterol, su consumo moderado no afecta significativamente los niveles de colesterol en sangre, siendo una opción aceptable para quienes cuidan su salud cardiovascular.
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Contenido en vitamina C: Con 7,29 mg de vitamina C, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a mejorar la absorción del hierro no hemo presente en la dieta.
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Moderado en grasas: Contiene 10,86 gramos de lípidos, una cantidad relativamente baja en comparación con otros embutidos, lo que lo convierte en una opción menos grasa dentro de este tipo de productos.