Teresa Gimpera fallecía este 23 de julio de 2024 y con ella desaparecía buena parte del toque más glamuroso de la llamada Gauche Divine, aquel movimiento bohemio-chic nacido en la Barcelona franquista de los años 60. 

El vacío que ha generado en aquellos que vivieron la época también ha impactado a aquellos que, sin haberla vivido, miran con nostalgia a un pasado donde la ciudad era un hervidero artístico. Aun así, queda su legado.

Los lugares de Gauche Divine

A pesar de que Bocaccio cerró hace tiempo, de que los literatos de Barcelona y residentes en la capital catalana ya se fueron o fallecieron, quedan libros como la Barcelona fantasma que lo recuerdan, cuando no las obras de esos escritores. Pero hay un lugar en el que se guarda buena parte de la esencia de la Gauche Divine. Un restaurante que no sólo era frecuentado por todos esos personajes, sino que tiene a la it girl de la época, Teresa Gimpera, en sus paredes.

Los más conocedores de ese movimiento y de los restaurantes de la ciudad condal seguramente saben del local del que hablamos. Sí, se trata del mítico, legendario y único Flash Flash, que medio siglo después de su inauguración sigue abierto.

Teresa Gimpera en el Flash Flash EP

Un restaurante con historia

El local fue fundado por el fotógrafo Leopoldo Pomés y el arquitecto Alfonso Milá en 1970. Sus mesas y sofás blancos y su barra del mismo color le daban y le continúan un aspecto futurista pasados ya casi 60 años de su inauguración.

Allí en las paredes aparece una fotógrafa que en su día se dijo que era la figura de Teresa Gimpera. En realidad, se trata de Karin Leiz, una sevillana de origen alemán que en aquellos tiempos era la esposa de Pomés. 

Gimpera y el Flash Flash

Aquella realidad se olvidó. Gimpera era la modelo de la época, era amigo de los dueños del Flash Flash y de sus clientes habituales y tenía un cuerpo envidiado y deseado por todas las películas y revistas de moda. Ella hizo anuncios y más de un centenar de películas. Hacía casi todo aquello que le propusieran, desde un mítico anuncio de medias a films con cineastas de la talla de José Luís Garci, Jaime Camino, Ventura Pons o Paco Plaza.

Pero su casa parecía el Flash Flash. Prueba de ella es que cuando presentó su biografía escrita por Toni Vall lo hizo en esta mítica tortillería. Y usamos este calificativo porque los que estuvieron allí lo vanaglorian igual. El mismo Ramón de España asegura que “en el Flash Flash se estaba divinamente, se zampaba muy bien, siempre te cruzabas con algún conocido con el que intercambiar cuatro palabras”.

Una tortillería de toda la vida

Todo ello sigue pasando en la actualidad. El flow, la alegría, la diversión y el buen vivir de la época ha quedado impregnado en las paredes y cocinas del Flash Flash. Por eso, decimos que allí pervive la memoria de Teresa Gimpera. 

Pero no sólo de nostalgia vive este local. Este mítico local es conocido por su amplia carta de tortillas. Ellos crearon el concepto de tortillera antes de que vinieran los Tortíllez o La Martinuca a ponerlas de moda. Y había que apostar por ello a principios de los 70.

Qué comer

Y ahora, que apetece ir a un restaurante que hagan buenas tortillas, nada mejor que ir a  un enclave como este. Hasta 40 tortillas saladas y otras seis dulces llenan la carta de este local única donde hay variedades para todos los gustos.

Sólo en tortilla de patatas hay de nueve tipos, desde la tradicional (con y sin cebolla) a la gaditana (con perejil) o la más catalana de todas, la excursionista (con butifarra). Luego las hay con samfaina, a las finas hierbas, la mallorquina (con sobrasada), la romana (con macarrones y queso)... Podríamos estar todo el día redactando este artículo infinito si empezamos a describir cada una y todos los ingredientes que tienen.

Paredes del Flash Flash FLASH FLASH

Pero no todo se quedan en las tortillas. Para picar tiene una amplia variedad de croquetas y ensaladas. Y si se quiere algo con más consistencia, ofrecen hamburguesas, escalopas e incluso arroces.

Luego están los platos de temporada que están por allí. Para el verano son ideales unos buenos espárragos gigantes o un pastel frío de calabacín y berenjena o incluso un gazpacho. Ya el consomé Flash Flash, mejor para el invierno.

Dónde está

En definitiva, la esencia de la gran Teresa Gimpera está impregnada no sólo en uno de los lugares históricos y cool de la ciudad, sino en una tortillería que ya era tendencia antes de tiempo. Y además, ofrece muy buena comida.

El Flash Flash por eso está en un lugar más que exclusivo. Para empezar, está en el conocido Upper Diagonal de Barcelona, la zona alta, pero es que está algo escondido. Se encuentra en el número 25 de la estrecha calle Granada del Penedès, entre Enric Granados y Balmes.

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