Nos encantan las tapas y los pintxos y en Cataluña hay mucha cultura de eso. Disfrutamos yendo a bares y a restaurantes para saborear cada delicia que nos sirven. Un suculento y apetitoso pintxo en una rebanada de pan en la que se coloca una porción de comida nos parece espectacular y así es.
Los pintxos están, especialmente, asociados a la gastronomía vasca, en la que se suele tomar como aperitivo acompañado normalmente de un vaso de vino tinto o de un zurito. ¡Camarero, una de pintxos, por favor!
El bar de pintxos
Si quieres probar unos buenos pinchos sin salir de Cataluña, te proponemos un sitio espectacular: Traska Truska, a 5 minutos del centro de Molins de Rei, en Barcelona, y a tan solo media hora de la capital catalana. Lleva más de 20 años abierto en el Passeig del Terraplè, 82 y sirven unos pintxos buenísimos desde 2,50€.
No hay carta a la vista, ni ningún elemento que te haga intuir el tipo de local o de cocina que ofrece. Aquí, sin duda, lo que funciona es el boca a boca ya que es sobradamente conocido por los habitantes del pueblo y de los alrededores.
El lugar es grande, con mesas anchas de madera para compartir y con rincones, como la barra y las columnas habilitadas para comer de pie.
Los famosos pintxos
Los pintxos del Traska Truska son muy conocidos. Podrás degustar desde los más tradicionales vascos hasta otros más imaginativos para los paladares más atrevidos.
Además, de comer estos pequeños bocados, podrás comer platos más elaborados, como el chuletón. También, hay que saber que si vienes un día u otro a comer puede variar mucho, según los pintxos que haya.
Si solo vas de pintxos, la cuenta seguramente no superará los 20 euros por persona. Sin embargo, si a la comida le añadimos un buen vino, la cosa puede subir hasta los 30 o 40 euros por persona.