David Nogareda, representante de Hipra
Hipra, una de cal y otra de arena. El laboratorio gerundense de la familia Nogareda vuelve a llegar tarde a un brote vírico. El primero fue con el Covid, ahora con la peste porcina africana (PPA).
Su remedio para la pandemia llegó en 2023, cuando el virus ya estaba mucho más controlado que tres años atrás, y con las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca plenamente consolidadas en el mercado. Toda la investigación en I+D no les reportó la facturación que preveían.
Ahora, contemplan comenzar a ensayar su antídoto contra la PPA en 2026. Pero el virus ya está aquí, y se extiende por Collserola como una mancha de aceite. La excelencia investigadora de Hipra queda manchada por los tempos, que nunca les acompañan.