Oscar Pierre, cofundador de Glovo, saliendo de declarar de la Ciudad de la Justicia de Barcelona
Los repartidores de Glovo han logrado celebrar sus primeras elecciones sindicales. Ha ocurrido con una década de retraso y gracias a un sinfín de procesos judiciales que, en los últimos meses, han forzado la regularización de la plantilla, después de años sometida a unas condiciones laborales conocidamente precarias que empezaban por la contratación de falsos autónomos.
Sin embargo, incluso en el contexto de crisis reputacional que sufre la empresa creada por Oscar Pierre, el sindicato Comisiones Obreras ha señalado públicamente las trabas que la firma ha puesto para tratar de evitar que sus trabajadores se organizaran. De hecho, Glovo ha sido incluso acusada de tratar de boicotear el proceso de las elecciones sindicales.
El derecho a formar un comité de empresa permitirá a los riders negociar un convenio colectivo propio para mejorar las condiciones del sector. Lamentablemente, no es de extrañar que Pierre, que ha hecho y deshecho a su gusto para incrementar sus beneficios hasta ahora, se vea amenazado por unos horarios justos, las tablas salariales, indemnizaciones por despido o vacaciones pagadas.