
Jordi Bagó, consejero delegado de Serhs, en un contacto con la prensa
El grupo catalán de colectividades Serhs ha logrado una suma importante de contratos con la Administración catalana. Con ello, el conglomerado de cátering y alimentación establecido en el Maresme se asegura un monto de ingresos estable de cara al ejercicio presente y futuros.
Eso sí, la facturación lograda con la Generalitat de Cataluña no es fórmula magistral para los problemas de la firma. Cabe recordar que la enseña lidia con unas negociaciones para la reestructuración de la deuda que se le han puesto cuesta arriba.
Las deudas totales de la compañía alcanzan los 144 millones de euros, como explicó este medio. Por ello, los contactos con el sector financiero no están siendo fáciles, pese al capote que le echó la SEPI cuando arreció la pandemia del coronavirus.
Cabe recordar que Serhs fue uno de los grupos que medró al calor del nacionalismo y, en algunos momentos, gracias a éste. La familia Bagó jamás mostró renuencia al procés independentista, y llegó a sostener que una Cataluña separada de España sería incluso más atractiva en el campo turístico.
Paradojas empresariales, la marca terminó rescatada por el Estado del que quería escindirse.
En mitad de todo ello, estalló el llamado caso Bagó, que terminó en amonestación de la Fiscalía y la Oficina Antifraude de Cataluña por la insuficiente separación de cargos del padre del actual consejero delegado: era presidente de una patronal y los miembros de este organismo encargaban contratos a la propia Serhs.
Por ello, ahora, ya en 2025, amarrar contratos con la Administración pública catalana es loable, puesto que significa que la firma ha hecho propuestas de valor. Pero ello no quiere decir que no tenga deberes pendientes.