
La portavoz de los Comuns y diputada en el Congreso, Aina Vidal, en una atención a los medios
El acuerdo para ceder competencias de inmigración a la Generalitat de Cataluña ha puesto en evidencia la doble vara de medir de los Comuns en según qué cuestiones. La formación soberanista celebra el pacto alcanzado entre el PSOE y Junts, siendo parte del Gobierno de coalición con los socialistas como integrante de Sumar. Un pacto que, posiblemente, no vería con el mismo entusiasmo si los protagonistas hubieran sido otros.
Apenas un par de semanas después de haber puesto el grito en el cielo por el rechazo de Junts a sumarse a la moción de censura contra la alcaldesa ultraderechista de Ripoll, Sílvia Orriols (Aliança Catalana), la formación morada evita reprobar las cesiones acordadas por el Gobierno con los posconvergentes.
Dichas cesiones permitirán al Govern catalán, por ejemplo, gestionar expulsiones de extranjeros que tengan prohibida la entrada en el país y los permisos de residencia en Cataluña. Algo que el líder de Junts, el prófugo Carles Puigdemont, asegura que convertirá a la lengua catalana en un "elemento indispensable" para obtener la ciudadanía, pues sin su conocimiento, según él, no se concederán "informes favorables" para los inmigrantes por parte del Ejecutivo autonómico.
Los Comuns parecen poner más bien la mirada en otras cuestiones. Así, su diputada en el Congreso Aina Vidal optó por calificar como una buena noticia la "ventanilla única" para las autorizaciones de estancia de larga duración, de residencia temporal y de larga duración, así como en la expedición del documento de identidad para los extranjeros (NIE).
"Es una muy buena noticia esta ventanilla única, que va en la línea de eliminar los excesos de burocracia que empeoran la vida de las personas migradas en nuestro país, y que se pueden calificar de violencia institucional", manifestó la dirigente de los Comuns.
Asimismo, Vidal hizo hincapié en la necesidad de reformar la actual Ley de Extranjería. Y aseguró que seguirán trabajando "para asegurar y garantizar los derechos humanos" de los inmigrantes. Algo que no casa demasiado bien, e incluso puede resultar contradictorio, con los deberes en materia lingüística que, según Puigdemont, se les pretende imponer.
"Seguiremos trabajando en el marco del Congreso para que vayamos asegurando y garantizando derechos humanos, que es lo que yo creo que emerge en un momento como el actual", sostuvo Vidal. El tiempo dirá si esa polémica cesión de competencias en inmigración a la Generalitat va en ese sentido o en el contrario, visto el éxtasis que suscita en formaciones separatistas bien poco proclives al "progresismo".