El periodista, empresario y coleccionista, Tatxo Benet,
Tatxo Benet tiene un grave problema en su museo del "arte prohibido". El empresario catalán y mecenas de arte se ha topado con uno de los sindicatos más radicales de España: SUT.
Este grupo sindical ha comenzado una huelga indefinida que ha puesto en la picota el ambicioso proyecto de Benet. La rescisión del contrato de siete trabajadores ha indignado a SUT, que el miércoles comenzó a boicotear la galería.
A cada entrada de visitantes se sumaban silbidos y gritos, e incluso se impedía el paso de los asistentes. También hubo palabras malsonantes y exclamaciones de desprecio contra los empleados fijos del museo.
Aunque no es exactamente su culpa, Benet tiene un problema que hoy parece irresoluble. ¿Cómo calmar las aguas de los empleados sindicados? ¿Cómo volver a abrir las puertas de su galería de las obras "censuradas"?
El pacto y el diálogo parecen alejados de las actitudes sindicales en este caso. Benet lo tiene difícil. Y más aún sus obras "prohibidas", que vuelven a quedar cerradas al público. Esta vez, no por la supuesta decisión de algún poderoso político, sino por la ira de unos sindicalistas rebeldes.
