Raül Blanco, presidente de Renfe

Raül Blanco, presidente de Renfe Renfe

Examen a los protagonistas

Raül Blanco

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No mentían aquellos que avalaron la llegada de Raül Blanco a la presidencia de Renfe. Quienes le conocían de su etapa en el Ministerio de Industria valoraban su capacidad de trabajo y diálogo y una eterna búsqueda del más amplio consenso en asuntos tan delicados como el del desarrollo del coche eléctrico.

Habilidades que trasladó a la compañía ferroviaria pública, cuyos mandos asumió en tiempo récord, con la inestimable ayuda de su predecesor, Isaías Taboas, en el que no dudó en apoyarse en cuanto le fue posible. De esta forma, articuló un relevo continuista que le ha permitido desarrollar de forma diligente el plan estratégico a largo plazo diseñado por Taboas y que tenía en la expansión internacional su pilar más importante. 

Bajo su mandato, la eficiencia de la compañía ha dado un notable salto cuantitativo, dado que ha logrado reducir de forma notable los números rojos de Renfe. También se ha movido con soltura en la batalla por entrar en los mercados europeos. Especialmente en el francés, tan proclive a la liberalización fuera de su territorio como enemigo de este proceso en el suyo. 

Tras menos de dos años en el cargo, el mandato de Blanco se termina con la sensación de haberse quedado a medio canino. Tras ser defenestrado en Industria por cuestiones más personales que políticas y, en absoluto, profesionales, al menos ha podido resarcirse en Renfe, donde tampoco ha encontrado precisamente facilidades. En el lado positivo, podrá seguir mostrando su probada valía aunque, eso sí, en el sector privado.