Ángel Simón, consejero delegado de CriteriaCaixa

Ángel Simón, consejero delegado de CriteriaCaixa Gala Espín

Examen a los protagonistas

Ángel Simón

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El retorno del impulso financiero catalán

Hay quien dice que el poder financiero en Cataluña estaba echando un pulso con los gigantes de Madrid, anclado en viejas batallas y con un futuro incierto. Pero en los últimos meses, el panorama ha dado un giro vertiginoso. Y en esa transformación, un nombre aparece con la fuerza de un timonel que toma el mando: Ángel Simón, el directivo que se ha puesto al frente de CriteriaCaixa para refrendar aquello que durante años defendieron los veteranos del sector: no se trata de presumir de raíces, sino de demostrar que desde Cataluña también se puede liderar.

Simón combina la templanza de quien conoce los entresijos de la gestión empresarial –forjada en el sector del agua y en la expansión internacional de Agbar– con la contundencia de quien ha sabido identificar oportunidades en el mercado patrio. Bajo su mando, Criteria se ha enfocado en tres grandes frentes: invertir en compañías estratégicas, generar valor social y, sobre todo, recuperar el brío inversor que convirtió a La Caixa en un referente más allá de nuestras fronteras.

En un año repleto de movimientos corporativos, con el Estado y otros inversores mirando de reojo a Naturgy y Telefónica, Simón ha movido ficha sin rubor: ha reordenado participaciones, ha confirmado la apuesta histórica por el mundo de la banca con CaixaBank y ha sacado a relucir el “plan 100 empresas”, esa iniciativa que pretende insuflar vida y ambición a las pymes con denominación de origen hispana, para competir con el músculo de las mittelstand alemanas. Sí, hay un componente de orgullo local, pero también una determinación inequívoca por imprimirle mayor densidad industrial a la economía española.

En todo este entramado, la Fundación ”la Caixa” –dueña del 100% de Criteria– no sólo no ha perdido fuelle, sino que conserva la vocación social de siempre, apuntalada por los dividendos que genera el propio hólding. Y en ella sigue siendo clave la figura de Isidre Fainé, su presidente, quien ha sabido trazar la continuidad de un proyecto en el que la rentabilidad económica y la responsabilidad social van de la mano.

Quedan meses de ajustes, es cierto, pero en este 2024 de vértigo, Ángel Simón ha demostrado su buena mano para conciliar los intereses empresariales con el equilibrio social que vertebra a la entidad. El regreso del “poder financiero catalán”, si queremos llamarlo así, tiene nombre propio y una hoja de ruta repleta de ambición, realismo y voluntad de trascender. En un clima de competencia y retos globales, CriteriaCaixa –con Simón a la cabeza y el respaldo de Isidre Fainé– parece dispuesta a enseñarnos que el propósito final no es sólo ganar dinero, sino también reforzar el tejido productivo, generar oportunidades y, de paso, mandar un mensaje: Cataluña sigue teniendo algo que decir en el gran tablero económico de España.