El consejero de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat, Ramon Espadaler, se ha tomado en serio el combate contra la multirreincidencia en Cataluña. El dirigente del Govern pidió ayer al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, la apertura de más juzgados fuera de Barcelona para bregar contra los delincuentes que han hecho de esta actividad su forma de vida.
Ello debe leerse en clave positiva. Una minoría de personas engrosa las estadísticas delictivas en la Ciudad Condal y el global de la autonomía catalana. Y para hacer frente a este fenómeno, las administraciones deben armarse con todos los mecanismos que tengan a su alcance.
La apertura de nuevas salas es uno de ellos. Como lo es la implementación de la Ley de Eficiencia de la Justicia, que tanto el Govern como el Ejecutivo central se han comprometido a tener desplegada en el plazo de un año.
Esta norma prevé la nueva figura de los tribunales de instancia, oficinas municipales de justicia y el refuerzo del juez de paz. A su vez, en las jurisdicciones civil y mercantil, las dos administraciones abogan por reforzar otros mecanismos de resolución de conflictos, como la mediación.
Por lo pronto, y en lo tangible, Espadaler ha prometido que los cinco nuevos juzgados de Barcelona contra la reincidencia estarán listos a finales de febrero. Un compromiso que es de agradecer.