Pocos conocían hasta ayer a Josep Arcas Tomàs, pero su intervención en el pleno de Sant Cugat del Vallès le ha llevado incluso a restringir sus redes sociales, para así frenar la ola de comentarios recibidos tras descubrirse cómo actúa con los rivales políticos.
Una concejal de la CUP, Adriana Sierra, desveló ante la presencia de Arcas que éste había difundido fotos modificadas de ella, le había sugerido que usase burka, le había llevado condones a su lugar de trabajo para que "no se reprodujese" y hasta le preguntó con cuántos policías nacionales se había acostado.
Algunas de estas acciones las realizó de frente; otras, por mensajes privados a través de las redes sociales. Pero lo que nadie negó, ni siquiera el interpelado, es que esos hechos se produjeron, pues no tuvo más remedio que pedir disculpas en público con la boca pequeña. Hasta Junts, partido con el que simpatiza, hizo lo propio.
Eso sí, los posconvergentes se desmarcaron de Arcas, del que aclararon que "no es militante". Pero lo fue. Igual que hoy pertenece a las juventudes de Junts, el JNC.