Paloma Picasso
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La heredera de los derechos de las obras del magistral pintor Pablo Picasso, Paloma, ejerció ayer de maestra de ceremonias en Barcelona. La empresaria, diseñadora y filántropa fue la anfitriona de una gala privada -y muy deseada por los vips de la Ciudad Condal- en la que se recaudaron fondos para la prestigiosa escuela de diseño La Llotja.
Picasso hija reunió a 160 personas cuidadosamente elegidas para que pagaran 1.100 euros por el cubierto y cenaran dentro del Museo Picasso de la capital catalana. Pero más importante si cabe, se les pidió una colaboración para ayudar a la prestigiosa institución educativa. Colegio con el que tuvo vinculación el pintor malagueño cuando llegó a Barcelona.
En todo caso, se trata del segundo gesto que tuvo la acaudalada heredera de Picasso con Barcelona. El primero fue por la mañana, cuando supervisó la exposición Picasso i el Port, en la que, en el marco de la Copa América de vela, se explora la relación que tuvo el creador del cubismo con el litoral.
Nada obliga a Paloma Picasso, que atesora una fortuna que algunos sitúan en los 600 millones de euros, a venir de Suiza a la Ciudad Condal y promover la urbe. Pero ella lo hizo encantada, en un gesto que se agradece, refuerza la marca-ciudad y genera autoestima a la ciudadanía.
Y, además, coronó su viaje con una gala por una buena causa.