Candela Calle
Uno de los fichajes de la nueva consejera de Salud Olga Pané para su Departamento ha dejado una gestión controvertida. Candela Calle dejó el Instituto Catalán de Oncología (ICO) en 2022, como avanzó este medio. Tras ello, recaló en la Fundación Sant Francesc d'Assís, una entidad sin ánimo de lucro que se dedica a la atención a persona mayores, personas discapacitadas y con necesidades de cuidados.
No salió bien. En apenas un año de tenencia en la dirección general, la Fundación se despeñó con una pérdida neta de 1,7 millones de euros, más del 10% de los ingresos. El agujero amenazó la continuidad de una asociación que lleva a cabo una labor imprescindible en poblaciones al norte de Barcelona.
Ante ello, el anterior Govern de ERC tuvo que pedir ayuda al sector privado para rescatar a la asociación filantrópica. Directivos de la industria privada acudieron al rescate, y lograron estabilizar la entidad.
Por su parte, Calle pasó a una posición más institucional y menos vinculada a la gestión.
Ahora, la directiva se incorpora a la estructura del Departamento de Salud como responsable del CatSalut en la Región Metropolitana Norte. Su fichaje por la Consejería que más dinero ocupa del presupuesto de la Generalitat de Cataluña aflora algunas tensiones en la política de atracción de talento de la consellera Pané, no siempre alineada con el PSC en la estrategia de cubrir las posiciones públicas de responsabilidad.