Onur Genç, consejero delegado de BBVA / BBVA
Onur Genç
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Puestos los números encima de la mesa, medidos los primeros impactos y presentadas las credenciales de los resultados, el momento de la propaganda y los argumentos no financieros se apodera del escenario de la operación hostil lanzada por el BBVA sobre Banco Sabadell. Tras la ronda de entrevistas al consejero delegado de este último, César González-Bueno, llegó el turno del promotor de la operación, en el marco de la presentación de los resultados semestrales.
Pero a diferencia de su homónimo en el banco opado, Onur Genç dejó atrás la fase de la OPA e inició la estrategia para tratar de convencer tanto al Gobierno como al regulador de Competencia de las bondades de una operación que BBVA ha comenzado a situar en el plano del interés general, pese a su origen en el ámbito privado.
Llama la atención el hecho de que la OPA se dé prácticamente por superada cuando no deja de ser un escollo, en el que la entidad con sede en Bilbao no debería tenerlas todas consigo. Tras el rechazo del consejo del Sabadell a la propuesta de fusión amistosa, BBVA decidió dejar al margen al órgano de gobierno de su competidor y proponer la operación a los accionistas. Con la actitud de entrar ya en la "fase fusión", parecería que ahora también da por amortizada la opinión de éstos.
Llegado a este punto y dada la magnitud de la potencial transacción, todo recurso que entre en el ámbito de lo legal será bienvenido. Y el diseño y venta de eso que viene a denominarse "relato" se incluye en este ámbito. Pero resulta un tanto imprudente tratar de correr demasiado, saltarse pasos y dar hipótesis por hechas.
