Ana Aran, directoral general del Consorcio Sanitario Parc Taulí
Anna Arán
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Un juzgado de lo contencioso-administrativo de Barcelona ha condenado al Servicio Catalán de la Salud y al Hospital Parc Taulí de Sabadell por la muerte de una mujer a la que, tras ser intervenida de un ictus, le dieron el alta antes de tiempo y que se acabó ahogando cuando estaba en su casa.
Los hechos ocurrieron en marzo de 2020 y, según el relato de la sentencia, la decisión de darle el alta fue negligente y se vio influenciada, en parte, por la "psicosis" ante la irrupción de la pandemia del coronavirus. Según dicta el fallo, el CatSalut y el Taulí tendrán que pagar ahora una indemnización de 200.000 euros al marido y a los dos hijos de la fallecida.
La justicia ha sido clara y reconoce que el Consorcio Sanitario Parc Taulí, actualmente liderado por Anna Arán, falló cuando decidió dar de alta a una paciente que, claramente, no se había recuperado del ictus que había sufrido y que le había dejado graves secuelas. De hecho, la mujer estuvo un mes ingresada --del 20 de febrero al 20 de marzo de 2020--, a pesar de haber vivido un accidente cerebrovascular por el que otros pacientes permanecen largos meses ingresados, incluso antes de iniciar la rehabilitación.
Los errores médicos ocurren. Sin embargo, cuando las equivocaciones se saldan con vidas humanas, hay que responder al respecto. En este caso, el centro hospitalario, a pesar de ser uno de los más reputados de Cataluña, debe de pagar por esta negligencia.
Por ello, además de pagar la indemnización correspondiente, el Taulí debería de revisar sus protocolos de actuación para evitar que se repitan episodios como este. No sería tolerable volver a fallar en lo mismo.
