José María Álvarez-Pallete, sucesor de César Alierta al frente de Telefónica / EP
José María Álvarez-Pallete
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Telefónica marcha con paso firme en un año crucial para su desempeño en los próximos ejercicios, dado que es el primero de su plan estratégico a 2026. Las cifras del primer trimestre confirman las tendencias positivas que ya se observaron en 2023, en el que la operadora fue capaz de revisar al alza sus objetivos a mitad de año pese a un complejo contexto.
En su centenario, el equipo gestor de Telefónica, que lidera José María Álvarez-Pallete, está ofreciendo al mercado un ejemplo de solidez si se tiene en cuenta el entorno tan atípico en el que se está moviendo. En clave externa, con una regulación europea en plena etapa de modificación, que no parece dar con la tecla para atajar los verdaderos problemas de un sector seriamente amenazado por la ambición de los gigantes tecnológicos de EEUU, que actúan con otras reglas.
Y de puertas hacia adentro, con los movimientos en el accionariado, la incómoda entrada del Estado en el capital y las luchas por el control de una empresa tan estratégica como apetecible por su elevada influencia.
Con una gran capacidad de abstracción, Álvarez-Pallete y su equipo conducen la nave de la operadora con paso firme y ya ultiman un contrato mayorista con la operadora Digi, una de las grandes beneficiadas de los "remedios" derivados de la fusión entre Orange y MásMóvil. Cuando lo fácil es despistarse con el exceso de ruido externo, una adecuada gestión es digna de aplauso.
