Rafael Lledó
El Hospital de Mataró tendrá que cerrar su edificio histórico, donde están internados 76 pacientes, y no se sabe cuándo se reabrirá. La drástica medida llega después de que el ayuntamiento incoe un procedimiento de cierre porque el equipamiento no pasa el corte de la licencia antiincendio: es peligrosa.
Ello ocurre tras la dejadez del gerente anterior, Ramon Cunillera, a la hora de abordar los problemas estructurales del inmueble antiguo. No se solucionaron las patologías y deficiencias, y ahora se cerrará el hospital sin que haya fecha de reapertura a ciencia cierta.
El anuncio ha provocado una oleada de indignación. Por lo pronto, Catac, mayoritario en el comité de empresa, se opone a las soluciones propuestas. A la espera de lo que digan la ciudadanía y políticos. En 2015 ya se intentó, y la operación se abortó por el rechazo vecinal.
Aunque no sea responsabilidad suya, el nuevo gerente del Consorci Sanitari del Maresme (CSdM), paraguas de los hospitales de Mataró, hereda un problema histórico. Rafael Lledó tendrá que emplearse a fondo para hallar una solución, algo que ahora no está claro.