Pedro Antonio Pizarro
El general Pedro Pizarro tomó ayer posesión como nuevo jefe de la Guardia Civil en Cataluña. El alto mando policial firmó un discurso conciliador, hizo hincapié en la colaboración entre fuerzas de seguridad y utilizó indistintamente las lenguas catalana y castellana.
Fue un buen comienzo para Pizarro. El belalcazareño, que creció en Sabadell (Barcelona), llega a la jefatura de la VII Zona de la Guardia Civil ofreciendo buen talante y diálogo. Algo muy necesario en esta época, máxime cuando se acerca la celebración de la Copa América de vela, que requerirá un trabajo conjunto de los cuerpos policiales que operan en Cataluña y Barcelona.
Atrás queda la época del procés independentista, que conllevó tensión social, política y económica, y disenso entre las fuerzas públicas. Ahora, esto ha quedado relegado a un plantón por parte del consejero del Interior, el ahora republicano Joan Ignasi Elena, ausente en el acto institucional. Cuestión más lesiva para la Generalitat, que al final estuvo representada por los partidos de la oposición, que para la Guardia Civil.
La época que inicia Pizarro es otra: la clave es la colaboración entre agentes, lleven el uniforme que lleven, y el discurso del general se alineó ayer con ello. Fue muy necesario.