Richard Lewis
El rey del autodesprecio
Nos ha dejado el cómico norteamericano Richard Philip Lewis (Nueva York, 1947 – Los Ángeles, 2024), prácticamente desconocido en España, exceptuando a los devotos de Larry David y su serie de televisión Curb your enthusiasm (Aparca tu entusiasmo, aunque aquí rebautizada, simplemente, como Larry David), que lo adorábamos. De la misma manera que David, creador previamente de la estupenda Seinfeld, interpretaba a una versión extrema y desquiciada de sí mismo, Lewis hacía lo propio, profundizando en el humor cruel y autoirrisorio en el que se había especializado durante su larga carrera en la stand up comedy. Cada vez que le presentaban a alguien, su muletilla era: “Me llamo Richard Lewis y soy un alcohólico en recuperación”, lo que solía dejar levemente pasmado a quien le acababan de presentar. Amigo de la infancia de Larry David en su Brooklyn natal, Lewis mantuvo la amistad hasta sus últimos días, y cuando Larry le ofreció la oportunidad de interpretar la peor versión de sí mismo, no la dejó pasar.
A fin de cuentas, eso es lo que había estado haciendo durante sus largos años en teatros y clubs nocturnos: practicar la self deprecation e informar al público de sus problemas con el alcohol y las drogas (el hombre dejó la cocaína en 1994, tras la muerte del cómico con sobrepeso John Candy, un tipo que no siempre tenía gracia, pero que cuando acertaba, acertaba, como recordarán los que vieran Planes, trains and automobiles, donde compartía protagonismo con el gran Steve Martin), así como a explicarles sus eternas relaciones con la depresión y la ansiedad. A eso se dedicó en Curb your enthusiasm, donde muchos lo descubrimos, ya que su aparición en el cine y la televisión había sido más bien escasa (el largometraje Leaving Las Vegas, las series Dos hombres y medio y, convenientemente pintado de amarillo, Los Simpson y poca cosa más). Me gustaría poder decir que vi sus programas especiales para Showtime y HBO, pero les mentiría, así que me limitaré a enumerar sus títulos, que se me antojan sensacionales: I´m in pain (Estoy sufriendo, 1985), I´m exhausted (Estoy agotado, 1988), I´m doomed (Estoy condenado, 1990) y Richard Lewis: the magical misery tour (Richard Lewis: la gira de la miseria mágica, bromazo a costa de la célebre canción de los Beatles Magical mystery tour).
El arte de la autoirrisión es muy apreciado en los países anglosajones, a diferencia de España, donde si haces una broma a tu propia costa, la gente tiende a tomársela literalmente y colegir que eres un imbécil irrecuperable. Richard Lewis fue un maestro de esa self deprecation, y su alter ego neurótico, depresivo, quejica y agonías en Curb your enthusiasm lo convirtió en el mejor personaje recurrente de la serie, cuya temporada final, la número 12, ha empezado a emitir recientemente HBO Max. El pasado mes de abril, al pobre Lewis se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson y ahora se lo ha llevado por delante un infarto de miocardio, probablemente relacionado con su dolencia. Siempre lo recordaré como el tipo al que te acababan de presentar y, sin venir a cuento, te espetaba: My name is Richard Lewis and I´m a recovering alcoholic…