Dolors Feliu
La cuestionada madre de la patria
La actual presidenta de la ANC, Dolors Feliu (Roda de Ter, 1964), sigue adelante con su idea (de bombero) de crear una supuesta lista cívica para presentarse a las próximas elecciones autonómicas catalanas, demostrando así que se muere por entrar en política, que la ANC se le ha quedado pequeña y que, en el fondo, aspira a presidir la Generalitat, declarar la independencia unilateral y salga el sol por Antequera (o por Roda de Ter, si ustedes lo prefieren). Lo de la lista cívica va en plena contradicción con los principios fundacionales de la ANC, que indican claramente que ahí no se está para hacer la competencia a los partidos ya establecidos, lo cual ha generado una cierta insurrección en la entidad que nunca se dio cuando la dirigía Elisenda Paluzie, que tampoco era precisamente Albert Einstein, pero no era dada a las salidas de pata de banco que distinguen a la señora Feliu. Quien, para más inri, parece que es un poco autoritaria y mandona y no lleva nada bien que le lleven la contraria.
Si ella insiste en su lista cívica es porque, según asegura, los partidos supuestamente independentistas, Junts, ERC y la CUP, no dan un palo al agua para contribuir a la liberación del terruño sojuzgado por los malvados españoles y solo piensan en sus cargos, escaños y sueldazos. La verdad es que no le falta razón, pero yo intuyo que aquí lo que prima es una ambición desmesurada, propia de quien no sabe estar en su sitio. A fin de cuentas, la ANC (como Omnium Cultural) está para ejercer de comparsa de los partidos tradicionales en representación, supuestamente, de la sociedad civil. El hecho de que esa sociedad civil cada día pase más de la independencia y, sobre todo, de los políticos que dicen anhelarla es algo que siempre se les ha escapado a Omnium y la ANC, cuya misión consiste en envenenar el ambiente, organizar manifestaciones de corte norcoreano (las coreografías de la ANC para la Diada siempre han estado muy conseguidas), hablar en nombre del pueblo y, en definitiva, incordiar de la forma más patriótica posible.
Parece que Dolors Feliu no se conforma con eso. Tras pasar por Convergència y por el extinto PDECat (extinto para todo el mundo menos para la justicia española, que insiste en pasarles la cuenta del célebre chanchullo del 3%) y haber vivido casi siempre del dinero público que reparte la Generalitat a sus cargos de confianza, ahora la señora Feliu se ha venido arriba, quiere ser ella misma y se saca de la manga una lista cívica que, a efectos prácticos, convierte a la ANC en un nuevo partido político, cuando ya hay un exceso de partidos soberanistas y, como decía Celia Cruz, no hay cama pa tanta gente. A todo esto, se acercan elecciones a la presidencia de la ANC y, con la fama de mandona e intolerante que se ha echado encima, no es seguro que nuestra heroína salga elegida. Si se la quitan de encima, el número de traidores a la patria crecerá a sus ojos de manera exponencial. En cualquier caso, no suframos por ella: el régimen cuida de los suyos y, caso de perder la presidencia de la ANC, seguro que en cuestión de semanas nos la han recolocado en alguna parte, y con un buen sueldo financiado por ustedes y yo, que para eso estamos.