Josep Maria Estela
Los Mossos d'Equadra y la Guardia Urbana de Barcelona han desmantelado ya 56 puntos de venta de drogas o narcopisos en el Raval en lo que va de año. Una labor encomiable, máxime en un momento en el que estos hechos delictivos suben más deprisa que los medios que se dan a los policías para combatir el crimen. Pero, en paralelo, resulta llamativo que desde los cuerpos policiales admitan que ello implica que los drogadictos se pinchen en la calle y que nadie mueve un dedo para echarlos de la vía pública en el centro de Barcelona.