Pedro Sánchez
El discurso de Pedro Sánchez sobre la inmersión sonó demasiado equidistante. Barcelona era el lugar idóneo para aclarar muchas cosas y a esta ciudad se desplazó el presidente español para arropar a Salvador Illa en la clausura del congreso del PSC. Lo hizo consciente de las críticas recibidas por la renuncia de la abogacía del Estado a pedir la ejecución de las sentencias favorables a introducir más castellano en las aulas catalanas.
Pero Sánchez se limitó a denunciar el acoso "venga de donde venga" y a defender la lengua como instrumento de convivencia. En cuanto a su declaración institucional desde la sede de la Delegación del Gobierno en Cataluña, prescindible: solo desveló la fecha de una Conferencia de Presidentes par abordar la sexta ola del Covid.