Independencia electro house
A la hora de tender puentes con el independentismo catalán, todos podemos poner nuestro granito de arena y no hay que dejarlo todo en manos de los políticos. Algo así ha debido pensar la gran Leticia Sabater al ofrecerse al fugado Valtònyc para marcarse a medias un pedazo de hit que sumar a esa lista gloriosa de canciones veraniegas que incluye La salchipapa, Toma pepinazo o La bananakiki. Confieso que al principio pensé que se trataba de un nuevo caso de fake news, pues la cosa tenía un punto delirante, pero parece que es verdad, que entre Leticia y el rústico rapero mallorquín ha habido un intercambio de mensajes vía Whatsapp en el que se abordaba el asunto de la colaboración creativa. Y es que, ya se sabe, la música amansa a las fieras y crea lazos entre artistas que, aparentemente, nada tienen que ver: ¿o es que nos hemos olvidado de Julio Iglesias y Willie Nelson cantando To all the girls I've loved before? Yo no.
Aunque Leticia es de Barcelona, nunca le hemos oído pronunciar ni una palabra en catalán, por no hablar de que se pasa la vida en sitios tan poco nostrats como Madrid, Marbella o Miami, pero eso no le quita mérito alguno a su propuesta. Lo importante es que Leticia, como hemos podido leer, cree que con Valtònyc se puede marcar un temazo de electro house con el que petarlo en las redes y conseguir lo que no logró en su momento María Lapiedra con su himno a Laporta y sus performances soberanistas por las calles de Madrid, cuando iba por ahí medio en bolas y envuelta en una senyera. En Esa pareja feliz, la película de Bardem y Berlanga, José Orjas se despedía cada año de Fernando Fernán Gómez, tras entregarle un nuevo diploma inútil, diciéndole: "Y recuerde, amigo, ¡a la felicidad por la electrónica". En el caso que nos ocupa, el lema sería "¡A la independencia por el electro house!". Lástima que Valtònyc no haya aceptado la oferta --no sé ustedes, pero a mí me habría encantado disfrutar de esa suma de talentos-- aduciendo que está muy ocupado, pero hay que reconocer que lo ha hecho con suma educación. En vez de no tomarse ni la molestia de responder al Whatsapp de Leticia, nuestro hombre le ha respondido en su mejor castellano y le ha dicho que gracias por la propuesta, pero que tiene un poco abandonada la música y que ahora se dedica mayormente al trabajo y los estudios. Suena un poco a excusa, la verdad, pues no nos consta que el muchacho esté estudiando nada y su trabajo, que yo sepa, se reduce a ejercer de técnico informático en la Casa de la República para justificar que come de gorra a costa de la cada día más depauperada Caja de Resistencia, pero hay que reconocer que dicha excusa se ha expresado con una educación y una corrección admirables. Como no podía ser de otra manera, por otra parte: una vez te has puesto al servicio de un falso exiliado de derechas, siendo un rapero antisistema, tampoco le vas a hacer ascos a lo que te propone la responsable de La salchipapa, digo yo.
El momento más entrañable de la correspondencia entre estos dos cracks de la música alternativa (a la propia música) es cuando Valtònyc le dice a Leticia que, de momento, nada de nada, pero que, si pasa por Bélgica y le quiere hacer una visita, él estará encantado de recibirla (y supongo que de compartir con ella sus provisiones de sobrasada). Y es que lo de los indultos de Pedro Sánchez no estuvo mal, pero aquí nos tenemos que arremangar todos. Quedo a la espera de propuestas similares para avanzar en el camino de la reconciliación entre españoles. ¿A qué espera Arévalo para proponerle una gira conjunta a Toni Albà? Tenemos tanto que aprender de Leticia...