La empresaria alemana Corinna Larsen / EP

La empresaria alemana Corinna Larsen / EP

Examen a los protagonistas

Corinna Larsen

1 agosto, 2021 00:00

En beneficio de todos, cállese, señora

El título de esta columna es una frase que figuraba en una camiseta del grupo gallego Siniestro Total y suele venirme a la cabeza cada vez que oigo hablar más de la cuenta a una mujer pesada. Cada vez que Pilar Rahola abre la boca, por ejemplo, la frase de marras se escribe sola en el aire frente a mí. Y lo mismo me ocurre con la ahora quejosa ex amante de nuestro rey emérito, Corinna Larsen (Frankfurt, 1964), que lleva varios días lamentándose de lo mucho que sufrió al final de su larga relación con su monárquico sugar daddy, que se extendió entre 2006 y 2018. Me revientan especialmente los aires de gran dama que se gasta, como si alguna vez hubiese sido algo más que la versión contemporánea de esa figura que tiempo atrás se conocía con el humillante título de la puta del rey.

Denuncia Corinna las supuestas amenazas del CNI y de la Casa Real, y asegura que llegó a temer por su vida y la de su hijo (fabricado por su ex marido, Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, cuyo apellido utilizó durante años para darse un pisto aristocrático del que carecía). Pero, en el fondo, todos sabemos que aquí de lo que se está hablando es de dinero. Concretamente, de los cien millones de euros que el manirroto (con dinero ajeno) del Emérito le dio años atrás y luego pretendió que se lo devolviera. Corinna nunca ha hablado muy bien el español, pero es evidente que hay un refrán que se la ha quedado grabado: “Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita”. Yo comprendo que no quiera desprenderse de una suma de dinero tan conveniente, y lamento que nuestro antiguo rey se pusiera en evidencia de esa manera en la última etapa de su existencia, pero le agradecería a Corinna que dejara de hacerse la víctima y reconociera que se pasó un montón de años chupando del bote y viviendo como Dios a costa del amor y la lujuria pre seniles de nuestra testa coronada. Que hable claro. Que diga: “No me vais a sacar ni un euro”. Pero, por favor, que nos ahorre las monsergas de virgen violada con las que nos castiga. Entre otras cosas, porque no cuelan.

¿Recibió presiones esta mujer por parte de quien dice haberlas recibido? Pues es muy probable que sí. Si te lías con un empleado de la Caixa previamente casado, solo puede que tengas problemas con la parienta, pero si te tiras un montón de años viviendo a costa de un jefe de estado, también es muy probable que tu vida privada se mezcle peligrosamente con la pública, dado que afecta a todo un país. Corinna encontró en la fase sepulcral del Emérito una fuente de ingresos considerable en la que los problemas, como suelen decir los anglosajones, venían con el territorio. Una vez deshecha la relación, cuando se ha pillado todo lo que se ha podido y se es relativamente joven para ir a por la siguiente víctima, toda esta sobreactuación de la señora Larsen me parece más falsa que un billete de tres euros y creo que algún asesor debería aconsejarle que mantenga un perfil bajo. Convenientemente desplumado el paganini de turno, mejor emprender nuevas aventuras que agarrarse a viejas andanzas de las que la dignidad nunca ha formado parte.