Jaume Collboni
Que el líder de los socialistas barceloneses reme ahora junto a los responsables del Puerto de Barcelona para conseguir retener en la ciudad un proyecto como el de la sucursal del Hermitage es positivo, principalmente, para la ciudad. Ganaría otro edificio arquitectónico singular y, entre otras cosas, atraer a un tipo de turismo más interesante que los visitantes de botellón que suelen proliferar, tal y como ha recordado el presidente del Gremi d’Hotels, Jordi Mestre.
Con todo, este trabajo quizá llega demasiado tarde y después de que los socios de legislatura del PSC --BComú-- hayan torpedeado la iniciativa cultural con todas sus fuerzas. Ahora han ganado tiempo, ¿pero podrán aún retener la inversión?