Augurar un pucherazo en las elecciones catalanas del 14F con un mes y medio de antelación suena a moral de derrota. Pero, sobre todo, a trumpismo, esto es, a no reconocer los resultados de unos comicios en caso de derrota. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) preconiza ya irregularidades en el voto por correo porque, dice, hay "mucho funcionario del Estado español catalonófobo".
Parece que la entidad presidida por Elisenda Paluzie asiste a sus últimos coletazos y, antes de señalar, debería recordar que en las elecciones a las cámaras de comercio, en las que la ANC dio el salto a estas corporaciones gremiales, sí hubo irregularidades, como asegura un informe de la Fiscalía.