Joan Canadell
El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona ha marcado otro hito este jueves al confirmar que quiere mantener una silla de reserva en la organización de dinamización empresarial local por si su aventura política le falla.
Por ahora da un paso atrás y cede las competencias a Mònica Roca, pero de forma provisional hasta que se le confirme si de forma efectiva estará en las listas de JxCat (mejor en un lugar de salida). Incluso dibuja tres escenarios posibles por lo que ocurra tras el 14F: dejar la Cámara de Comercio porque ha conseguido el éxito perseguido en la política o mantenerse como vicepresidente si solo es diputado raso, si está en la oposición o si ni siquiera consigue entrar en el Parlament. Demuestra de este modo su nulo sentido de la institucionalidad que se debería requerir tanto para asumir un cargo empresarial como político.