Òscar Escuder, presidente de Plataforma per la Llengua
La intolerancia y la hispanofobia imperantes en buena parte del Govern independentista de la Generalitat tiene un fiel reflejo en numerosas asociaciones nacionalistas que subvenciona con dinero público. Entre las más entregadas a la causa figura Plataforma per la Llengua, una entidad dedicada a exigir la erradicación del castellano como lengua cooficial y su desaparición de todos los espacios públicos de Cataluña.
Su última y machacona obsesión consiste en denunciar la, a su juicio, "castellanización" de TV3 --canal televisivo público que, desde su fundación, emite sólo en catalán-- y expresar su indignación porque el diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa se expresó en español durante la entrevista que le realizó el martes el director de la cadena, Vicent Sanchis. Y no sólo eso: además se quejan de que no se le subtitulara con el peregrino argumento de que los "norcatalanes" (sic) del sur de Francia podrían "no entenderle".
Visto el ánimo inquisitorial, el integrismo y el historial de la autodenominada "ONG del catalán" --famosa, entre otras hazañas, por denunciar a los comercios que rotulan en castellano, boicotear los productos que etiquetan en esta lengua o espiar el idioma que hablan los niños en los patios de las escuelas catalanas-- parece mentira que la Generalitat y ayuntamientos como el de Barcelona todavía se presten a promocionar y subvencionar con el dinero de todos las actividades ultranacionalistas, totalitarias y excluyentes de esta asociación que preside Òscar Escuder.