Maria Selyanina
La reconocida pastelera Maria Selyanina no parece trigo limpio. Tras la imagen de empresaria de éxito se esconden algunas sombras. Y es que la emprendedora de origen ruso afincada en Barcelona que apadrina la afamada escuela internacional de alta pastelería Pastry Campus está al borde del embargo después de que la justicia la haya condenado por impagar a dos inversores que la ayudaron a levantar su negocio. La sentencia da por probado que Selyanina y su marido dejaron colgados en 2016 a los business angels que les prestaron 177.000 euros. Ahora, ambos tendrán que asumir las consecuencias.