Ernest Maragall
Pocos minutos de gloria ha debido tener en su carrera política el diputado Ernest Maragall cuando ha recurrido a la Mesa de Edad del Parlament este miércoles para protagonizar su particular discurso independentista.
Sin explicaciones, sin respeto y prácticamente sin educación hacia la totalidad de los diputados, Maragall ha arrancado una sesión tras 20 minutos que bien podría haber resumido en su frase final --“el país será siempre nuestro”-- a modo de hooligan. Como si él mismo hubiera encarnado algo parecido a un revolucionario en algún momento.