Loïc Le Joliff, fundador de Brunch Electronic, en una fotografía promocional
Brunch Electronik está celebrando su Festival anual estos días con un innegable éxito de público. La promotora barcelonesa de eventos de música electrónica ha logrado congregar a los mejores disyóqueis mundiales en el Parc del Fòrum. El desempeño de la cita es arrollador: miles de personas acudirán.
Eso sí, el negocio musical es cruel. El mismo fin de semana que Brunch llama a cerca de 70.000 fieles para escuchar los beats más cañeros, sus fundadores, Loïc Le Joliff y François Jozic, se enteran de que el año que viene no podrán repetir el producto.
Su archienemigo en la escena musical barcelonesa, el ecosistema Primavera Sound-Apolo, le ha arrebatado la fecha en el parque situado en la frontera norte de Barcelona. Y no, ello no es menor. Porque agosto es el mes en el que los festivales ganan más facturación. Al tirón del público local se le añaden los tiques vendidos a los turistas.
En otras palabras: celebrar un festival en agosto en el Fòrum en Barcelona es un todo un caramelo. Y el Brunch lo ha perdido. Y lo ha hecho de las manos de su rival, con quien rompió relaciones hace unos meses. Toda una lección para los fundadores del evento itinerante: si te enfrentas con las fuerzas vivas de una ciudad, puedes perder.
Es lo que le ha pasado al Brunch: ha creado un producto exitoso e irrepetible en agosto, pero una batalla con su competidor lo ha barrido. Ya no será lo mismo.
