Gabriel Rufián vuelve a las andadas con una de sus especialidades marca de la casa: desvincularse, o tratar como ajenas, las decisiones adoptadas por su propio partido como socio del Govern independentista de la Generalitat. Después de haberse pasado años quejándose, por ejemplo, de los recortes sociales aplicados por el Gobierno español --mientras ERC hacía lo mismo apoyando los de la Generalitat--, o denunciando el nacionalismo de partidos de ámbito estatal --no haciendo lo mismo con el de JxCat o el suyo propio--, el diputado republicano se muestra ahora dolido, e incluso indignado, con algunas de las restricciones impuestas en Cataluña por los rebrotes de la pandemia de coronavirus.
Un hecho doblemente sorprendente no sólo por ser ERC y JxCat las formaciones que, desde hace un lustro, gobiernan en coalición la Generalitat --tras años de dar apoyo parlamentario a CiU-- sino porque, además, la Consejería de Salud encabezada por Alba Vergès depende directamente de los republicanos. Con la pandemia nuevamente descontrolada por su mala gestión en Cataluña --un hecho denunciado por expertos, epidemiólogos y los propios médicos--, ahora Rufián se queja de las restricciones que la Generalitat ha tenido que imponer en áreas como Barcelona y su área metropolitana o Lleida.
"Hoy cerrarán nuevamente muchos cines y teatros. Si no entendemos que la cultura es un bien de primera necesidad, no entendemos nada", lamenta Rufián sobre una decisión tomada por el Govern, en general, y más en concreto por su propio partido en Salud. "Que el empeño en mantener abierto un bar se ponga en mantener abierto un teatro", añade el diputado, para poner todavía más surrealismo al asunto.
Y no es el único caso. Como si tampoco fuera con él la cosa, Rufián también se ha quejado por la carga de los Mossos a un grupo de manifestantes separatistas que intentaba romper el cordón policial durante la visita de los Reyes de España al monasterio de Poblet: "Esto es una vergüenza", ha exclamado Rufián en sus redes sociales, adjuntando a su mensaje un vídeo de la actuación de la policía catalana, dependiente de la Generalitat cogobernada por ERC.
Lejos de quejarse por el peligro de contagios y rebrotes que suponen tales concentraciones en plena pandemia, Rufián se ha limitado a llevarse las manos a la cabeza porque "ni los Mossos merecen esta gestión ni la conselleria esta omertá". Esta vez sí, en una clara indirecta a JxCat, partido al frente de Interior.