Nervios en ERC
El PNV y Ciudadanos no se soportan pero unen sus fuerzas a la coalición de Gobierno para prorrogar el estado de alarma, la última, hasta el 21 de junio. De esta guisa, Pedro Sánchez se garantiza la mayoría suficiente haciendo buena la máxima de Moncloa “la política es el arte de lo que no se ve”.
Sin embargo, el presidente del Gobierno no tiene atada la abstención de los republicanos de Pere Aragonès. Dicen en ERC que sospechan de una centralización escondida en la letra pequeña del Decreto Ley, pero esta aprehensión republicana no parece tener fundamento a tenor del sí del PNV y de los cambios incluidos en el texto por el Ejecutivo. Entonces, ¿por qué ERC no da el visto bueno?
La respuesta no la encontramos en alguna reivindicación, ni siquiera porque les parezca mal el documento final aprobado en el Consejo de Ministros. Los republicanos se resisten porque el PSOE y Podemos han alcanzado un acuerdo con Ciudadanos. “La cosa va bien, pero no nos gusta el juego que hacen con Ciudadanos”, apuntan fuentes del partido. Es decir, ERC quiere ser socio preferente, hacerse valer y no quiere jugar el partido si entran los naranjas. Como los críos en el patio: “la pelota es mía y me la llevo”. Es lo que tiene hacer política mirando de reojo a Junts per Catalunya.