Caos en el Govern por Sant Jordi
El Govern de la Generalitat se enreda cada día en alguna polémica. Primero fue el president Torra anunciando el reparto gratuito de millones de mascarillas a partir del martes, una iniciativa que ha tenido que ser retrasada por no informar a los farmacéuticos y por no disponer de las unidades que decía tener. Segundo fue el conseller Buch, que trató a los catalanes como niños cuando les dijo que no se llevaran las monas a los ahijados. Para que quedara claro, el consejero de Interior nos contó que él las había comprado y que las enviaría desde la propia pastelería. Tuvo que aclararlo porque los catalanes no saben hacer estas cosas y no entendían que se buscaran sistemas de transporte.
El último lío lo ha protagonizado la polémica consejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, que animó a los ciudadanos a comprar libros para Sant Jordi y enviarlos a sus destinatarios. Pues tampoco. Le ha faltado tiempo a la portavoz, Meritxell Budó, que ha recomendado no enviar libros. No hay bastante con la crisis como para que el Govern se enrede en cosas de poca monta, dejando las complejas en el tintero. O caos en el Govern, o el Govern es un caos. Lo que prefieran.