Jugarse la vida por 1.000 euros
Los incendios son cada verano noticia en nuestro país. Miles de hectáreas quedan arrasadas y centenares de personas ven afectadas sus vidas para siempre cuando el fuego acaba con todas sus pertenencias. La situación es compleja y la solución todavía más.
Para añadir elementos al debate sobre los incendios --como el aprovechamiento de la madera (España es el octavo país de Europa en esta cuestión y el tercero con mayor masa forestal), la propiedad del bosque, la biomasa y la regeneración-- UGT ha denunciado que los bomberos forestales "se juegan la vida por 1.000 euros al mes".
Estos trabajadores tienen condiciones diferentes en cada comunidad autónoma pero en todas ellas los salarios son bajos, la inestabilidad en el empleo es norma general y las vacaciones, por falta de personal, nunca son en los meses de verano. Así, el sindicato dirigido por Pepe Álvarez ha pedido la creación del Estatuto del Bombero Forestal para unificar criterios y reducir la precariedad de unos trabajadores que año tras año se la juegan.