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El primer equipo del Barça se apoya en la Masía cuando más problemas tiene. La cantera siempre saca las castañas del fuego. En el basket está sucediendo algo parecido. La lesión de larga duración de Nico Laprovittola, que se rompió los ligamentos cruzados contra Baskonia, ha sido un trampolín para dar un salto en la rotación a Dame Sarr, una promesa de 18 años, nacido solo un año después que Lamine Yamal (2007).

Sarr es un escolta de 1,98 metros de altura y una gran envergadura. Aún le falta por ganar mucha masa muscular, pero tiene una gran proyección y prueba de ello fue su puesta en escena en el último partido del Barça en la Euroliga, contra el ASVEL francés. Jugó solo 7 minutos, pero su impacto fue inminente.

El exterior nacido en Oderzo, Italia, cambió la dinámica del partido. Coincidió con otros dos pequeños en pista, Darío Brizuela y Juan Núñez, más débiles en la parcela defensiva, así que pudo lucirse gracias a sus largos brazos. Es un jugador muy sacrificado en defensa, consciente de que debe ganarse los minutos. Robó un balón y taponó un tiro.

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Pero donde más destaca es atacando el aro. Sarr tiene una gran capacidad ofensiva y una habilidad especial para el uno contra uno. De hecho, es uno de los jugadores que más ha impresionado a Kevin Punter, fichaje estrella y uno de los puntales de la plantilla, durante este inicio de campaña.

Sarr también puede anotar desde fuera. En estos primeros meses no tiene el balón en las manos, pero se está desenvolviendo correctamente tirando desde las esquinas.

Dame Sarr en el Palau Blaugrana EFE

Juan Carlos Navarro, director deportivo, le dio el último hueco en la plantilla a Sar. Hay confianza en el joven escolta italiano. Joan Peñarroya, su técnico, prevé un gran futuro para él: "Todo el mundo piensa que es un jugador estratosférico, tenemos mucha fe y confianza en él".

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