El Barça de basket, como el de fútbol, busca nuevos estímulos. Xavi Hernández fue despedido hace dos semanas y Roger Grimau ya asume su salida inmediata del Palau Blaugrana después de cerrar el curso actual sin un título. Juan Carlos Navarro, manager general de la sección, ya sondea el mercado para fichar a un entrenador de garantías, consciente de que Xavi Pascual es el gran favorito de Joan Laporta.
El presidente del Barça ya quiso fichar a Pascual hace un año. El problema era que tenía contrato con el Zenit. Ahora, un mes después de finiquitar su etapa en Rusia, el técnico de Gavà se deja querer. Le gustaría volver al Barcelona, pero no a cualquier precio. En el Zenit era el entrenador mejor pagado de Europa y ahora maneja otras ofertas.
Pascual y Scariolo
Laporta apelará al factor emocional para seducir a Pascual, un técnico que apuesta por un baloncesto mucho más pausado que el del Barça de Grimau. Sus equipos destacan por su riqueza táctica y por su rigor defensivo. Y en el Palau siempre será recordado por ser el entrenador que ganó la segunda Euroliga del club.
Navarro también maneja la opción de Sergio Scariolo, actual seleccionador español. Conoce perfectamente a muchos jugadores del Barça y tiene una buena relación con el manager general azulgrana.
La apuesta de Cubells
Josep Cubells, directivo responsable del basket, defiende la elección de Jaka Jakovic, exbase del Barça que coincidió con Navarro en el Palau. El esloveno es el actual entrenador del Gran Canaria.
Navarro, de momento, pide calma. Toca reflexionar. El domingo, tras la derrota contra el Real Madrid y la eliminación de la Liga ACB, asumió que la elección de Roger Grimau como sustituto de Sarunas Jasikevicius fue "una apuesta por un cambio radical y no ha salido bien".
El mensaje de Navarro
"Se tiene que pensar, reflexionar y hablar con él. No todo ha sido por el entrenador, sin duda. Algunos jugadores no han estado a la altura, tampoco nosotros. Hemos cometido errores y de todo se tiene que aprender. Todavía no te puedo responder a esta pregunta, pero cambios habrá", añadió el manager general del Barça.
Grimai, por su parte, manifestó: "Siempre he sentido el apoyo del club. Evidentemente no soy idiota y la temporada no ha sido buena. A partir de aquí veremos qué pasa". El técnico de Sants sabe que tiene fecha de caducidad en el Palau. Será el gran sacrificado tras un año horrible.