El Barça de basket se juega la temporada contra el Real Madrid. No es el mejor rival, pero, tal vez, sí el mejor momento para enfrentarse al equipo de Chus Mateo, tocado tras perder la final de la Euroliga contra el Panathinaikos. El grupo azulgrana, en cualquier caso, necesitará su mejor versión para alcanzar la final.
El Real Madrid lo tiene todo, o casi, a su favor. Segundo clasificado en la fase regular, por tercero el Barça, tiene el factor pista de su lado. También tiene una plantilla mejor. O, como mínimo, más equilibrado, con un juego interior demoledor.
Renovación de Tavares
El Barça, con una plantilla más versátil, no tiene un antídoto para frenar a Poirier y, mucho menos, a Tavares, que acaba de renovar su contrato con el Real Madrid por cinco temporadas. En la capital, no obstante, ya saben que Rudy Fernández tiene los días contados tras anunciar su retirada al acabar el curso actual.
Sergio Rodríguez también podría finiquitar su ciclo en el Madrid. Y Causeur. Y Poirier. Y, tal vez, Mario Hezonja, a quien quiere fichar un Barça que busca un alero o un ala-pívot de primer nivel.
Fracaso ante Olympiacos
El Madrid ya ha ganado la Supercopa de España y la Copa del Rey. El Barça, nada. Y Roger Grimau, su entrenador, tiene muchos detractores en el Palau. Le acusan de no tener carácter. Su equipo, curiosamente, es muy blando en defensa. Y muy intermitente.
El Barça también fracasó en la Euroliga. Ni tan siquiera se clasificó para la Final Four tras perder el quinto partido de los cuartos de final contra el Olympiacos en el Palau. Fue un golpe muy duro que evidenció los errores del pasado verano.
Willy Hernangómez, mal
Sin Mirotic, al Barça le falta un líder. Willy Hernangómez, que firmó un contrato de 12,5 millones de euros por tres temporadas, es un jugador muy insolente. Le sobra clase, pero le falta carácter. Grimau no tiene buena sintonía con él, pero le necesita para derrotar al Real Madrid y llegar a la final de la Liga ACB. Es el objetivo de mínimos de un Barça con muchas urgencias. Como el de fútbol.